Durante la toma de posesión de Nicolás Maduro el 19 de abril de 2013 en la Asamblea Nacional, Yendri Sánchez, logró burlar siete anillos de seguridad presidencial para sabotear el evento.
LaPatilla.com
Las declaraciones de Sánchez sobre lo sucedido se hizo viral y cinco años después de su último sabotaje de eventos importantes, recordamos lo que vivió este venezolano el día que Diosdado Cabello intentó “salvar” la vida de Maduro, tras un fallo en su seguridad.
Cuando Yendri era un adolescente comenzó una competencia ingenua con su primo Juan Salas: medir fuerzas sobre quién podía colearse más en eventos masivos. Juan lo apabulló al comienzo, hasta que Yendri lo sobrepasó con creces. De sus 28 años, ya tiene 12 con sus espontaneidades.
Asustó a Hugo Chávez, Henrique Capriles y Manuel Rosales en sus cierres de campaña. Se acercó a Chávez haciéndose pasar por escolta, en un acto.
Su experiencia el 19 de abril inicia así: “Me puse una chaqueta roja, prestada. Llegué a la Asamblea Nacional y dije que era hijo de Diosdado Cabello. Miraba a los de seguridad a los ojos y hacía la oración en mi mente. Quedaban atontados. No me pedían nada. ‘¡Adelante, camarada!’. Me sentaron al lado de María Gabriela Chávez y el Potro Álvarez. Ella me preguntó: ‘¿Y tú quien eres?’. Le dije que era hijo de Jesse Chacón. Había otros señores encopetados, con paltó, que no supe quiénes eran”.
Por primera vez no solo recibiría los “golpecitos” de siempre, o las tradicionales visitas al Sebin. En esta oportunidad lo metieron preso por un año y cinco meses en la Comunidad Penitenciaria de Coro enfrentando cargos por terrorismo, delincuencia organizada, asociación para delinquir y ofensa agravada a jefe de gobierno. Aislado, al comienzo, gritaba desorbitado buscando auxilio. La esquizofrenia que padece se la recrudeció en el encierro. Desvarió.
El día sábado, durante la celebración del 81 aniversario de la Guardia Nacional Bolivariana, en la Avenida Bolívar, Nicolás Maduro fue “víctima de un atentado”.
El domingo, Sánchez fue encontrado sin vida en el lugar donde residía, con las manos y los pies atados, así como una bolsa en la cabeza.
Un asesinato es investigado por el Cicpc, quienes no descartan el drama pasional o VENGANZA.