Las autoridades italianas ya han identificado a diecinueve de los fallecidos tras el derrumbe este martes del tramo de un puente en la ciudad de Génova (noroeste del país).
Las autoridades de la región de Liguria, a la que pertenece Génova, informaron en una nota de que la cifra oficial de muertos es de veinticinco, dos acaban de ser recuperados, y de ellos diecinueve han sido ya identificados, a causa de un derrumbe que ha dejado además dieciséis heridos, diez de estos graves.
Existe en estos momentos cierta discrepancia con el balance de muertos, pues el ministro italiano del Interior, Matteo Salvini, ha dicho a los medios en la isla de Sicilia, donde se encuentra, que los fallecidos eran una treintena, mientras que Protección Civil ha hablado de una veintena.
Las autoridades de Liguria también han indicado que han sido desalojadas 432 personas de once edificios cercanos a la zona del derrumbe, como medida de prevención para evitar riesgos derivados de posibles desplomes.
El suceso ocurrió en torno a las 12.00 hora local (10.00 GMT), cuando un tramo de unos cien metros del puente Morandi, que tiene un kilómetro de longitud y una altura de 90 metros, se vino abajo y sepultó bajo los escombros a varios vehículos.
El viaducto transcurre sobre una zona urbana en la que hay centros comerciales, edificios residenciales y áreas industriales.
Inicialmente se apuntó a que las fuertes lluvias podrían ser la causa del siniestro.
Sin embargo, durante el día la compañía encargada de la gestión y manutención de la autopista -Autoestrade per l’Italia, filial de Atlantia- señaló en un comunicado que estaba trabajando actualmente para asegurar el pavimento del viaducto.
Se ha generado entonces un debate sobre el estado de las carreteras y el Gobierno italiano ha garantizado que se exigirán responsabilidades.
“Es uno de los tramos más caros de Italia. Si alguien ha sacado beneficio y no ha realizado el debido mantenimiento, deberá responder”, declaró Salvini a la televisión.
También el ministro italiano de Infraestructuras, Danilo Toninelli, avanzó que se abrirá una investigación para comprobar si “se han llevado a cabo los suficientes controles de mantenimiento” en el puente.
“Un puente de este tipo no cae ni por un rayo ni por un temporal, los responsables deben ser identificados”, consideró por su parte el viceministro de Infraestructuras, Edoardo Rixi.
Mañana está previsto que el Gobierno italiano celebre una reunión extraordinaria en Génova para evaluar la situación y decidir qué acciones tomar.
EFE