En el agua siempre hay vida: puede tener la forma de manantiales termales, puede ser humedad en las piedras subterráneas. Puede ser ácida o alcalina, estar iluminada o nunca recibir la luz. La vida existe en el agua y lo único realmente letal es la falta de agua. Como se creía que sucedía en Marte. Pero ahora se sabe que no es el caso.
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“Y por eso los científicos estaban fascinados, aunque con precauciones, el mes pasado, cuando la publicación Science difundió un experimento de radar realizado desde el Mars Express que detectó lo que parece ser un lago subterráneo en Marte”, escribió la geofísica Faye Flam, columnista de Bloomberg Businessweek. Se trata de la observación de una nave exploradora de la Agencia Espacial Europea que ha estado en órbita de Marte desde 2003.
Todavía hace falta confirmar que se trata de un lago, pero la imagen de lo que parece serlo mide 40 kilómetros (25 millas) de extensión y se ubica cerca del polo sur marciano. Aparenta tener una profundidad de entre uno y dos metros y no recibir luz alguna. “El agua tendría que ser muy salada para evitar el congelamiento, pero eso no eliminaría la posibilidad de la vida”, especuló Flam. “En lugares similares de la Tierra han aparecido cosas vivas, incluido un lago que está a 800 metros (media milla) bajo la superficie de la Antártida”.
Una de las razones que tanto emocionan a los científicos sobre la posibilidad de la vida en cualquier otro lugar más allá de la Tierra es que aquí sólo se conoce la vida originada en un ancestro común. “Encontrar vida en otra parte nos ayudaría a entender su naturaleza de una manera diferente”, destacó Flam. “Entre la Tierra y Marte han volado suficientes meteoritos como para abrir la posibilidad de que encontremos allí a nuestros parientes, pero también es posible que encontremos una clase completamente nueva de vida”.
Hay elementos geológicos y químicos que probarían que a comienzos de su historia, Marte fue un lugar agradable. Lagos secos y cuencas de ríos hablan de un pasado de agua líquida, antes de que el planeta perdiera la mayor parte de su atmósfera y se enfriara, dejándola planeando en la fina atmósfera o congelada en los polos y como permafrost.
Dado que la vida comenzó muy tempranamente en la historia de la Tierra, apenas el planeta se enfrió lo suficiente para ser habitable, “no es irracional pensar que algo similar sucedió en Marte”, argumentó la columnista. Acaso hubo vida, y murió. “O acaso se mantenga esforzadamente en los lagos subterráneos”, agregó. “Porque la vida es antes que nada, adaptable”.