Por Chris LEFKOW y Elodie CUZIN / AFP
El exjefe de campaña del presidente estadounidense Donald Trump, Paul Manafort, “mintió y volvió a mentir”, afirmaron el miércoles los fiscales al concluir un juicio por fraude bancario y evasión fiscal, el primer proceso surgido de la investigación del fiscal especial Robert Mueller.
En sus alegatos finales, los fiscales acusaron a Manafort de tejer una red de mentiras para esconder decenas de millones de dólares ganados en consultorías para políticos pro-rusos en Ucrania.
“Este caso está plagado de mentiras”, dijo el fiscal federal Greg Andres a un jurado integrado por seis hombres y seis mujeres, en el día 12 del ultramediático juicio.
“El señor Manafort mintió y volvió a mentir”, afirmó ante una repleta corte federal en Alexandria, cerca de Washington. “Mintió para quedarse con más dinero cuando lo tenía. Y mintió para obtener más dinero cuando no lo tenía”.
Manafort, un consultor político y cabildero republicano de 69 años, está acusado de 18 cargos de evasión fiscal y fraude bancario en un caso derivado de la pesquisa de Mueller sobre la interferencia rusa para favorecer a Trump en las presidenciales de 2016.
Manafort no está acusado de ningún delito relacionado con su breve período como jefe de la campaña de Trump, pero el juicio se considera una prueba importante para la investigación de Mueller, que el presidente Trump ha denunciado repetidamente como una “cacería de brujas”.
Los cargos contra Manafort se relacionan principalmente con su manejo del dinero que ganó en Ucrania de 2005 a 2014, incluidas sus gestiones para ayudar al magnate prorruso Viktor Yanukovych a convertirse en presidente en 2010.
El fiscal Andres dijo que Manafort presentó declaraciones tributarias falsas entre 2010 y 2016 para esconder decenas de millones de dólares a las autoridades fiscales estadounidenses.
El dinero de los políticos ucranianos se depositó en 31 cuentas bancarias extranjeras, la mayoría de las cuales se encontraban en Chipre, y Manafort no informó sobre la existencia de las cuentas ni a su contador ni al Servicio de Rentas Internas (IRS) estadounidense, dijo.
“Poseía estas cuentas, las controlaba, movía el dinero a voluntad”, dijo Andres, mientras Manafort, de traje azul, hacía esporádicas anotaciones en la mesa de la defensa. “No era necesario ser un experto en impuestos” para saber que el dinero debería haber sido informado, afirmó Andres.
“No es un crimen ser rico”
Manafort también presentó declaraciones falsas para obtener millones de dólares en préstamos bancarios cuando tenía problemas financieros, dijo el fiscal. El testigo estrella de la fiscalía contra Manafort y su adjunto durante muchos años, Rick Gates, explicó ante el jurado cómo ayudó a su jefe a proteger sus ganancias del fisco de Estados Unidos.
Los abogados defensores, que no convocaron a ningún testigo propio, trataron de presentar a Gates como un mentiroso y un ladrón durante los interrogatorios, señalando que había llegado a un acuerdo de culpabilidad con el gobierno con la esperanza de recibir una sentencia menor por sus propios crímenes.
Durante su testimonio, Gates, de 46 años, reconoció haber robado cientos de miles de dólares de Manafort y también haber tenido una aventura extramatrimonial hace una década.
“¿El hecho de que el señor Gates haya tenido una aventura hace más de 10 años hace que al señor Manafort menos culpable?”, se preguntó Andres, al instar al jurado tener en cuenta el testimonio de Gates así como el de los otros 20 testigos que el gobierno llamó contra Manafort.
Durante el juicio, la fiscalía dio pruebas de años de cuantiosos gastos de Manafort mientras evadía impuestos: millones de dólares en casas de lujo, automóviles, alfombras antiguas y ropa, incluyendo una chaqueta de pitón de 18.500 dólares. Pero Andres dijo que el caso “no se trata de su riqueza”. “No es un crimen en este país ser rico”, dijo. “El señor Manafort conocía la ley y la violó de todos modos”.
La defensa de Manafort debe presentar sus alegatos finales en la tarde. Los fiscales tendrán 17 minutos para refutar esos argumentos y el juez T.S. Ellis enviará el caso a consideración del jurado. Mientras Gates y varios otros acusados en el marco de la pesquisas de Mueller se declararon culpables, Manafort se negó a llegar a un acuerdo e insistió en ir a juicio.
Manafort, que trabajó en las campañas presidenciales de los republicanos Gerald Ford, Ronald Reagan, George H.W. Bush y Bob Dole, fue jefe del equipo de Trump de mayo a agosto de 2016. Fue obligado a dimitir en medio de cuestionamientos sobre su trabajo para Yanukovych y expertos legales dicen que puede estar especulando en recibir un indulto de Trump.
Manafort, que arriesga pasar el resto de sus días en prisión por este caso, enfrentará a un segundo juicio en septiembre, también en el marco de la investigación de Mueller.