El presidente de Brasil, Michel Temer, se reunió hoy con varios de sus ministros para tratar los ataques de este sábado contra campamentos de inmigrantes venezolanos en la localidad de Pacaraima, en la frontera norte del país, informaron fuentes oficiales.
El mandatario abordó el asunto con los ministros de Defensa, general Joaquim Silva e Luna; Seguridad, Raul Jungmann; Gabinete de Seguridad de la Presidencia, general Sergio Etchegoyen; Minas y Energía, Wellington Moreira Franco, y Educación, Rossieli Soares, señalaron fuentes de la Presidencia.
También estuvo presente el vicecanciller Marcos Galvao, pues el titular de esa cartera, Aloysio Nunes, tiene marcada una visita oficial a Bolivia para el lunes.
La reunión fue convocada después de que este sábado habitantes de Pacaraima se manifestaron contra la presencia de inmigrantes venezolanos, los expulsaron de las precarias tiendas de campaña donde están hospedados y prendieron fuego a sus objetos personales.
En la protesta, en la que tuvo que intervenir la Policía para detener los actos vandálicos, los manifestantes también bloquearon durante unas cinco horas la carretera de entrada a la ciudad.
Pacaraima es una pequeña localidad fronteriza de unos 12.000 habitantes en el empobrecido estado de Roraima, que en el último año y medio se ha convertido en la principal puerta de entrada de los venezolanos que deciden rehacer sus vidas en Brasil.
Las protestas empezaron a raíz de la agresión a un célebre comerciante local durante un asalto cometido supuestamente por un grupo de venezolanos, según informó el Gobierno regional en un comunicado.
En uno de los videos de las manifestaciones divulgado en redes sociales se escucha a un brasileño decir que “están expulsando a los venezolanos” y “fuera venezolanos”.
De acuerdo con imágenes divulgadas por medios locales, algunas familias venezolanas han decidido volver a su país tras los incidentes.
Las autoridades brasileñas estiman que en el último año y medio han entrado a Brasil por vía terrestre unos 50.000 venezolanos y que cerca de 400 cruzan diariamente la frontera.
De ese número total, la mitad se encuentran en Boa Vista, la capital de Roraima, estado declarado en “situación de vulnerabilidad” desde el pasado 15 de febrero por Temer, que incluyó la puesta en marcha de una serie de medidas humanitarias.
Sin embargo el Gobierno de Roraima considera esas iniciativas insuficientes y en la víspera pidió un refuerzo policial para la región y volvió a solicitar el cierre temporal de la frontera ante la saturación de los servicios públicos.
EFE