Luego de la intensa polémica suscitada en la sesión de ayer de la Asamblea Nacional, el diputado Luis Barragán hizo un alto para recordar que, desde hace dos años, se ha advertido de la posibilidad de una indeseable catástrofe natural en nuestro país.
Nota de Prensa
Consabido, el sismo que muy recientemente afectó la zona norte de Venezuela, con una magnitud de 6,9 en la escala de Richter, cuyo epicentro se ubicó a 19 kilómetros al sureste de Yaguaraparo (estado Sucre), según información oficial, acontece en el peor momento de una crisis masiva y agudizada tras las medidas adoptadas por Nicolás Maduro.
“Desde hace dos años, hemos manifestado nuestra preocupación por una eventual y jamás deseada catástrofe natural que puede sorprendernos en medio de la otra catástrofe social y económica deliberadamente generada por la dictadura empecinada en prolongarse. Y, a pesar de ella, la sociedad civil ha de organizarse en todo lo posible para afrontar cualesquiera circunstancias derivadas de un fuerte, fortísimo sismo o terremoto, pues, sólo las grandes e injustificables inundaciones al sur del país, ilustran el propio colapso del Estado bajo la conducción de unas camarillas que únicamente velan por sí mismas”.
En junio de 2016, el parlamentario de Vente Venezuela, adscrito a la Fracción 16 de Julio, llamó la atención a través de un artículo de prensa (https://mnwey.awslvpni.com/2016/06/13/luis-barragan-sismicidad) y de una declaración relacionada con el fracasado y ya olvidado ensayo de previsión de las autoridades públicas (https://mnwey.awslvpni.com/site/2016/06/28/diputado-barragan-la-mania-protagonica-de-maduro-se-impone-ante-las-emergencias-que-el-ha-creado), en torno a la posibilidad de un gran sismo, los por entonces deficientes recursos disponibles por el Estado, la situación de los organismos de Defensa Civil y, en particular, las edificaciones irregulares, los bomberos, en caseríos, pueblos y ciudades del país.
“Es evidente, la situación ha empeorado. Debemos evitar en lo humanamente posible, las nefastas consecuencias de un hecho natural que sería el colmo que la dictadura se atreviera a culpar a la oposición, aunque no sorprendería que lo hiciese dada la pobreza de imaginación que la caracteriza”.
Acotó finalmente: “Si la naturaleza se les opone, el régimen simplemente se hará el loco. Por ello, hay que superarlo urgentemente, como la mejor previsión que la ciudadanía puede adoptar”.