Nicolás Maduro, junto a sus cómplices, ha decidido destruir a Venezuela y gobernar sobre sus cenizas. Para eso, luego de haber sometido a los ciudadanos de nuestro país a la peor de las crisis, realiza algunos anuncios que solo prometen llevarnos al abismo. ¿Qué anunció Maduro? Incrementar el impuesto al valor agregado que pagamos todos los venezolanos cuando compramos cualquier producto; incrementar los controles de precios y perseguir a cualquier emprendedor, sabiendo que estos controles lo que hacen es desincentivar la producción, generar escasez e incrementar los precios; aumentar salarios sin que esta medida tenga sustento alguno en la producción nacional, sino en la generación de dinero artificial, inorgánico, que lo que va a generar es la multiplicación de la hiperinflación que tanto daño le ha hecho al bolsillo de los venezolanos; llevar la gasolina a precios internacionales con un dudoso compromiso de revertir parte de ese costo a los compradores, vía carnet de la patria.
El llamado anclaje al “petro” no tiene sentido porque esa moneda es una ficción que no tiene sustento alguno. La reconversión monetaria no resuelve nada. Quitarle cinco ceros a la moneda no le quita un solo cero a la inflación que crece de manera desbordante, implacable y destructiva para los ciudadanos de nuestro país. Así que todos los anuncios hechos no apuntan a resolver los problemas económicos y sociales que estos agentes del mal han generado por sus propias acciones.
Entonces ¿Qué buscan Maduro y sus cómplices con estas medidas? Lo que buscan es huir hacia adelante y jugarse a Rosalinda. Es esta, a mi modo de ver, la última apuesta destructiva de quienes usurpan el poder para tratar de mantenerse en el mismo sometiendo al pueblo a la peor de las humillaciones. Maduro busca el definitivo control de la sociedad a través de ese nefasto instrumento conocido como carné de la patria. Quiere convertirnos a todos en eunucos que solo vivamos para comer lo que estos señores nos quieran dar, o para recibir las medicinas que podamos necesitar, o para proveer nuestros vehículos con la cantidad de gasolina que tengan a bien surtirnos, o para estudiar en los colegios que ellos provean para nuestros hijos, etc.
Pero además de eso, la apuesta de Maduro y los suyos es acabar definitivamente con la iniciativa privada. Lo que ellos buscan con sus medidas es terminar de asfixiar al pequeño, mediano y grande empresario. Todo indica que muchas empresas no tendrán incentivo alguno para producir, ni podrán pagar los salarios decretados y tendrán que bajar la santamaría o les serán quitadas sus empresas para quedar en las voraces manos de este estado dictatorial.
En ninguna parte de los anuncios se establece alguna medida para incrementar la producción nacional. No hay nada que sirva allí para que nuestros productores sientan que tienen confianza y seguridad jurídica para producir carne, leche, huevos y todo lo que se necesita en la mesa de los venezolanos. Tampoco se asomó nada en materia de incremento de la producción petrolera. Cuando esta gente asumió el poder, Venezuela producía 3.2 millones de barriles de petróleo al día. Su perspectiva, con la apertura petrolera, era producir 6 millones en la actualidad. Y la realidad es que estamos produciendo 1.3 millones. Esta es una demostración de que no hay interés alguno de aumentar la producción, lo cual es la clave para la reconstrucción económica del país.
En definitiva, la intención de los usurpadores es acabar con la economía, la política y la sociedad venezolana. La gran mayoría de compatriotas que nos resistimos debemos reagrupar nuestras fuerzas e intensificar la presión para lograr el cambio político en nuestro país. Ese es nuestro gran reto. A eso debemos dedicarnos. Venezuela va a salir de esto gracias a la actuación de la mayoría de nuestra población que va, como lo ha hecho en el pasado reciente, a seguir presionando hasta lograr la libertad.
@JuanPGuanipa