El presidente de México, Enrique Peña Nieto, admitió hoy que subestimó el “resentimiento social” de los mexicanos hacia Donald Trump cuando lo recibió en México siendo este candidato a la Presidencia de Estados Unidos, aunque sostuvo que el encuentro tuvo resultados positivos.
EFE
“Subestimé el gran resentimiento social que había para con el presidente Trump”, aseguró Peña Nieto en un vídeo difundido por Presidencia, en el que avisó de que el discurso “agresivo” de Trump estaba teniendo entonces “un impacto negativo sobre las finanzas públicas” mexicanas.
El mandatario mexicano, que dejará el poder el 1 de diciembre, aseguró que invitó a Trump porque los mercados auguraban que su victoria “iba a poner a México en serios problemas” y, de hecho, el peso mexicano “ya estaba perdiendo valor”.
“Yo reconozco que fue un encuentro apresurado pero, a la postre, dejó un resultado positivo que fue dejarnos abierta la puerta para tener diálogo y acercamiento con el nuevo gobierno de Estados Unidos”, aseguró.
Peña Nieto reivindicó que ese encuentro permitió que “hoy tenemos posiciones de encuentro en la renegociación del Tratado de Libre Comercio (TLCAN)”, aunque también admitió “enormes diferencias” como en el muro que el republicano Trump quiere construir en la frontera común.
El controvertido encuentro tuvo lugar el 31 de agosto de 2016 en la residencia presidencial de Los Pinos, donde ambos sellaron un simbólico apretón de manos tras abordar el tema de la migración mexicana a territorio estadounidense.
Aunque Peña Nieto también invitó a la candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, el encuentro nunca se llegó a concretar.
Este lunes, Estados Unidos y México anunciaran un principio de acuerdo comercial como resultado de las negociaciones para revisar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TCLAN), entre ambos países y Canadá.
Con motivo del entendimiento, Trump y Peña Nieto mantuvieron una amistosa llamada telefónica, que fue retransmitida en televisión desde la Casa Blanca.
Las diferencias sobre el pago del muro que EE.UU. pretende levantar en la frontera han sido el mayor factor irritante en las relaciones bilaterales desde la llegada al poder de Trump, y Peña Nieto ha cancelado dos visitas previstas a Washington debido a roces relacionados con ese asunto.