Antonio José Chinchetru (ALN).- El presidente del Gobierno español ha hecho de la defensa del diálogo como solución para la crisis de Venezuela uno de los ejes de su gira por América Latina. La propuesta, sin embargo, no responde a una política de fondo y además carece de posibilidades de convertirse en algo real, reseñó Alnavio.com
Pedro Sánchez se ha transformado en el nuevo paladín del diálogo en Venezuela. Ejerce como tal en la primera gira que realiza por América Latina en calidad de presidente del Gobierno español. Con esta propuesta evita roces con sus aliados de Podemos, inevitables si se expresara con firmeza ante el chavismo. Su postura, además, no cuenta con apoyos internacionales. De hecho, en Venezuela tampoco hay quien crea en el diálogo, ni en el Gobierno ni en los partidos opositores.
Nicolás Maduro no tiene interés en mantener conversaciones. A pesar de la crisis humanitaria, cuyo efecto más visible es el éxodo venezolano, y el aislamiento internacional, el régimen se mantiene firme. La oposición está desactivada y las formaciones políticas opuestas al chavismo no tienen fuerza. Los partidos opositores tampoco quieren entrar en un diálogo en el que saben que no tendrían capacidad de presión. Además, desconfían de esta vía tras el fracaso de las negociaciones en República Dominicana.
En la gira latinoamericana, Sánchez se reúne tanto con el último gran defensor de Nicolás Maduro en la región, el boliviano Evo Morales, como con dos de sus mayores oponentes: el chileno Sebastián Piñera y el colombiano Iván Duque (Ver más: Venezuela será el tema más tenso en el encuentro entre Iván Duque y Pedro Sánchez). La postura del presidente del Gobierno español coincide con la del exmandatario José Luis Rodríguez Zapatero pero es contraria a la del expresidente socialista Felipe González.
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