El diputado opositor venezolano Juan Carlos Requesens está “secuestrado” por el Gobierno de Nicolás Maduro, que lo detuvo hace 25 días acusado de atentar contra la vida del presidente, y desde entonces no ha podido ser visto por sus familiares, denunció en entrevista con Efe su padre, Juan Guillermo.
“Al principio fue una desaparición forzosa hasta que apareció, pero desde ahora esto es un secuestro”, explica el padre, al señalar que esta es la forma correcta para referirse al caso de su hijo, cuyos abogados solo lo han visto un par de veces desde su detención y no han tenido acceso a su expediente.
Requesens, legislador de 29 años y padre de dos menores, fue sorprendido en su residencia la noche del 7 de agosto por funcionarios de inteligencia que se lo llevaron detenido junto a su hermana Rafaela por estar presuntamente implicado en el atentado contra Maduro ocurrido el día 4.
Rafaela Requesens fue puesta en libertad unas dos horas después de su detención, pero el diputado sigue encarcelado e incomunicado, según señalan sus defensores y familiares.
“Los abogados tienen su visita profesional los lunes y jueves y hasta ahora no ha sido posible, y nosotros como familia no lo vemos desde el martes 7, desde el día que lo secuestraron porque eso fue un secuestro”, insiste Juan Guillermo Requesens que dice que desde ese día él, como padre, ha perdido peso y no duerme bien.
La defensa de Requesens debe hacer frente a las acusaciones que ya hizo la Fiscalía en contra del diputado, que incluyen los delitos de “homicidio intencional calificado en grado de frustración”, “terrorismo”, “asociación para delinquir” y “traición a la patria”.
Tres días después de la detención del diputado, el Gobierno difundió un vídeo en el que se observa a Requesens, sentado frente a una cámara, asumiendo que tuvo parte en la organización del atentado pero que actuó sin saber de qué se trataba atendiendo a una solicitud del expresidente del Parlamento, Julio Borges.
“El primer video que sacan yo digo ‘este no es el hijo mío’, todo el mundo se dio cuenta”, comenta el padre y recuerda que en uno de los dos encuentros que sostuvo el abogado Joan García con Requesens este le dijo que no recordaba haber grabado confesión alguna.
“Una declaración que no fue tomada ni delante de un juez, ni delante de un fiscal, ni delante de un abogado y no fue espontánea”, dice el padre, médico de profesión y masón.
Asegura que el diputado ni siquiera se acuerda de haber sido grabado confesando algo y “más bien se indignó cuando el abogado le contó eso”.
“Eso quiere decir y corrobora más la tesis de que Juan pudo haber sido sometido a sustancias químicas que someten la voluntad y el paciente no se acuerda”, apunta.
También circuló un segundo vídeo en el que se observa a Requesens en ropa interior aparentemente manchada de excremento sin pronunciar una palabra.
“Lo utilizan para enviar un mensaje a la sociedad, si esto lo están haciendo con un diputado, que quedará para los demás, trataron de humillarlo (…), a él y a sus familiares y lo que hicieron fue fortalecerlo porque eso fue un rechazo y un repudio a nivel mundial”, señala.
El médico subraya que la familia está preocupada por la salud del diputado pues hace algunos años fue sometido a una cirugía bariátrica por lo que su dieta debe cumplirse estrictamente para evitar que se descompense.
“Nuestra preocupación es su salud y su integridad, no sabemos cómo está él ahorita, ni las condiciones, si está recibiendo (alimentos), porque la comida se lleva, pero ¿se la están dando como debe ser?, no lo sé”, dice.
Para el padre del legislador tal vez “nunca” se sepa lo que en realidad sucedió el día del atentado contra Maduro, que en un acto con militares vio aparecer un par de drones que explotaron en el aire y dejaron 7 heridos.
Cree que a Requesens lo han involucrado en este atentado porque es una de las voces más aguerridas desde la oposición política contra el Gobierno y señala que en vista de que no se ha respetado el proceso judicial en su caso, solo les queda recurrir a organismos internacionales.
“Este es un trabajo lento, sabemos que no es fácil, estamos conscientes de con lo que estamos lidiando”, dice y agrega: “Aquí juega un papel fundamental la opinión pública internacional, el apoyo internacional es vital aquí porque sabemos que esto jurídicamente no tiene ningún asidero”.
“Si yo tengo que hablar con el mismísimo Hades, que es el dios del inframundo, y caerme a piñas (golpes) con el Cancerbero, lo voy a hacer porque es la libertad y la integridad de mi hijo y lo que el representa, lo que ha trabajado que es la libertad de los presos políticos y la Venezuela de principios”, añade.
Dice que “esta es una lucha del bien contra el mal, esta es una lucha de la luz contra las tinieblas y la oscuridad”, aunque destaca que ya ve “la luz venir”.
Nélida Fernández/EFE