El exministro de Chávez e integrante de la Plataforma en Defensa de la Constitución llama a la unidad nacional de chavismo y oposición para rechazar la Carta Magna que saldrá de la constituyente. “Estamos en un estado de excepción permanente”, reseñó Aporrea.
En el deslinde entre el chavismo y el madurismo, la ruptura de Gustavo Márquez Marín con la gestión del mandatario Nicolás Maduro fue particularmente ruidosa porque se trata de un intelectual que varias veces fue ministro del presidente Hugo Chávez y que optó por no guardar silencio ante el nuevo gobierno. Márquez Marín, aun cuando no comulgaba con la oposición que intentó activar el revocatorio contra Maduro en 2016, se activó en defensa de este derecho constitucional. No solo constituyó con otros exministros de Chávez como Ana Elisa Osorio, Héctor Navarro y Oly Millán la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Constitución, sino que llamó a votar contra Maduro en las elecciones presidenciales del pasado 20 de mayo.
Márquez Marín acompañó a Chávez en varias tareas: como ministro de Industria y Comercio, como ministro de Estado para la Integración y Comercio Exterior (2005-2007) y como embajador en Colombia, entre otras. Hoy, se empina como una de las voces que critica las políticas del Ejecutivo nacional y que aboga por una salida a la crisis con plena defensa de la soberanía nacional. Es decir, sin injerencia extranjera.
Su primer punto de crítica, es el paquete económico anunciado por el Gobierno. Pero también el carnet de la patria y la nueva constitución que elabora la asamblea constituyente.
“El talón de Aquiles del programa económico del presidente Maduro es que no existen reservas internacionales suficientes para sustentar la revalorización de la moneda”, y encima “el sistema de anclaje al petro, que lo llaman una criptomoneda pero no es un criptoactivo como tal”, no es percibido así por los actores económicos. O lo que es lo mismo, no despierta confianza. “La industria petrolera está en declive, no hay un plan concreto para recuperar la producción y no hay financiamiento para hacerlo”, por lo que “la credibilidad de ese anclaje está en cuestión”.
A juicio de Márquez, “la carga del paquete económico se está colocando sobre los trabajadores; la carga se está colocando sobre el pueblo venezolano, que puede tener la percepción de que el programa le dará un oxígeno” pero “el programa de Maduro no detiene la escasez, el mercado paralelo del efectivo y todos los ciclos” distorsionados de la economía.
Persiste “un gran vacío en ese programa, y es que no hay un reconocimiento claro de la emergencia humanitaria que está viviendo Venezuela, porque para plantear un plan de estabilización macroeconómica hay que definir las prioridades, y las prioridades deben ser atender el colapso de la salud, de los servicios públicos”, critica. “Tampoco se dice nada sobre la deuda externa, y todos sabemos que hay compromisos que cumplir y están cerrados los espacios para una negociación”.
Con información de Aporrea