El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, señaló en un mensaje retransmitido hoy por medios públicos que el acuerdo para recibir gas desde Venezuela ofrece una oportunidad para que el país crezca a medio plazo y diversifique el suministro energético.
EFE
“Esta iniciativa, para nosotros, abre nuevas puertas para asegurar nuestro futuro en un negocio internacional cada vez más competitivo”, dijo Rowley sobre el acuerdo con Caracas.
Los Gobiernos de Venezuela y Trinidad y Tobago firmaron el pasado 25 de agosto en Caracas un acuerdo para el suministro y procesamiento de gas desde el país suramericano hasta la nación de dos islas.
El documento, suscrito por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y Rowley, formaliza el inicio del suministro de gas desde el campo Dragón en Venezuela hasta Hibiscus de Shell, en el noroeste de Trinidad.
Las palabras de Rowley llegan después de que en los últimos días el Gobierno se haya visto sometido a una presión cada vez mayor para que haga públicos los términos del acuerdo firmado con Caracas.
Oposición y los sindicatos vinculan el cierre de la refinería de petróleo de la compañía petrolera estatal Petrotrin al acuerdo alcanzado con el Gobierno venezolano.
Rowley dijo en su discurso que la economía de Trinidad y Tobago es muy dependiente de su participación en la industria del gas.
“De hecho, durante los últimos 15 años, nuestra economía se ha vuelto cada vez más dependiente de los ingresos del gas en comparación con las ganancias del petróleo. Recientemente, hemos experimentado una reducción sostenida del gas en nuestras plantas de Point Lisas y nuestras reservas nacionales han disminuido”, sostuvo.
Dijo que poco después de que su administración entrara en funciones, en 2015, negoció un precio para el gas con sus principales empresas de exploración y producción, lo que generó un aumento de la actividad sin precedentes.
“Bajo estas circunstancias abrimos conversaciones con Venezuela para llegar a un acuerdo sobre el acceso a sus grandes yacimientos de gas. Estas reservas son económica y en logística más comercializables desde Trinidad que desde Venezuela”, subrayó.
Rowley dijo que luego de intensas negociaciones se firmó un acuerdo a fines de agosto con Venezuela que, por primera vez, abre el camino para la construcción de infraestructuras que permitan el acceso a un campo de gas de ese país.
“Este acuerdo histórico, basado en el principio de buena vecindad, beneficia a ambas naciones y establece un mecanismo competitivo de fijación de precios del gas que es suficientemente atractivo para estimular el desarrollo del campo del Dragón que se encuentra a nuestro noroeste, así como los campos transfronterizos de la costa sur que compartimos con Venezuela”, indicó.
Rowley subrayó que como resultado de la prioridad y la atención que su administración le ha dado al desarrollo del sector del gas, un sector tan crítico para el bienestar del país está en mejor situación que hace 3 años.
El objetivo del acuerdo es que el gas venezolano de campo Dragón sea transportado a Hibiscus y luego a Point Fortin, donde se convertirá en gas natural licuado.
El acuerdo incluye la participación de la Compañía Nacional de Gas (NGC) de Trinidad y Tobago, Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y Shell.