David Morán Bohórquez: Hastiado de Maduro, Xi le exigió el timón del país

David Morán Bohórquez: Hastiado de Maduro, Xi le exigió el timón del país

David Morán Bohórquez @morandavid

Nicolás Maduro, con una enorme comitiva, que incluía a su hijo Nicolasito, es su reunión el vienes 14 en el Banco Popular de China / Foto Prensa Presidencial

 

Maduro partió apresurado esta semana a China. Y así llegó a su décima vista a Pekín. Repudiado por la mayoría de países del planeta, la “protección” geopolítica de China es una de las pocas cartas que Maduro aún puede lucir ante la comunidad internacional.

Se comporta como un cachorro del imperio amarillo. Pero hay cachorros de cachorros. Algunos salen descarriados y eso disgusta a los mayores. Sobre todo porque el costo de apoyarlo se hace mayor a los beneficios que pueden obtener. Es una cuenta sencilla.

Venezuela no tiene la importancia en China que Maduro dice tener. Sólo representa el 4% de las importaciones petroleras chinas. Lo demás, son créditos comerciales para financiar obras y productos chinos, desde equipos militares hasta neveras, pasando por sistemas ferroviarios y otras obras de infraestructura. Y todos en Venezuela fueron salpicados por casos de corrupción, malversación y desidia. Son muchas las obras chinas abandonadas en Venezuela. Son la versión china de Odebretch.

Venezuela está en serios problemas y Xi Jinping sabe lo que eso significa para los 19.000 millones de dólares que aún le quedan por cobrarle al régimen de Maduro. Xi sabe los problemas internos que le han causado los créditos fallidos en África, los señalamientos y las críticas que le apuntan. También sabe las narraciones que los ejecutivos petroleros chinos le hacen del “desastre” de Pdvsa, de los ingenieros chinos ante la inseguridad al interior del país, de las “comisiones” que les piden los funcionarios públicos. De la huída de las empresas privadas chinas como las automotrices de lo que les pintaron como el paraíso de América Latina.

Ver también: David Morán Bohórquez: La tragedia de Venezuela en una gráfica

En mayo se venció el período de gracia de dos años que el gobierno chino le dio al régimen de Maduro para aliviar el repago de la deuda con petróleo. Durante ese lapso sólo cobraba intereses. Pero desde entonces la capacidad de producción nacional sólo ha hecho desplomarse. Y los socios chinos de las empresas mixtas saben de primera mano las razones.

 

 

 

Maduro los fastidiaba desde hace años. Ahora los hastía

Con Venezuela en implosión sólo le quedaban dos opciones a Xi Jinping: O declaraba el default de Venezuela, luego de vencido el período de gracia, lo que le acarrearía mayores críticas internas y un revés político importante, o le apretaba las tuercas al régimen de Maduro, antes de cerrale las puertas definitivamente. Lo difícil de lo segundo era la aceptación de Maduro. Y éste cedió dócilmente.

China es un país con una enorme vocación imperialista. Fue el primer imperio que se estableció en este planeta. Hoy es una dictadura expansionista. Abrazó el mercantilismo como forma económica mientras concentra todo el poder político en un partido único, con un politburó conformado por los mayores millonarios de ese país, que practica la censura y la persecución a la disidencia interna.

China en su plan expansión diseñó hace 5 años la iniciativa “Franja y la Ruta“, que busca conectar a más de sesenta países de Asia, Europa y África mediante la coordinación de políticas e infraestructuras físicas. Y en ese plan fue donde precisamente metió a Maduro y su régimen.

Y ello quedó claro en las declaraciones oficiales de Xi, luego de un encuentro que Maduro alardeó (qué pena) duró tres horas y media.

Xi, con el mandatorio “deben” estableció que:

– China siempre considera y desarrolla las relaciones chino-venezolanas desde una perspectiva estratégica y de largo plazo.
– China y Venezuela deben profundizar conjuntamente la confianza amistosa mutua, promover la cooperación mutuamente benéfica de una manera innovadora, continuar promoviendo el desarrollo común y conducir a las relaciones China-Venezuela a un nuevo nivel para beneficiar mejor a los dos pueblos.
– Las dos partes deben consolidar la confianza política mutua, mantener el impulso de los intercambios de alto nivel e integrar su amistad bilateral en todos los aspectos de cooperación entre los dos países.
– China aprecia el entendimiento y apoyo de Venezuela en cuestiones referentes a los intereses fundamentales y principales preocupaciones de China.
– China continuará apoyando los esfuerzos del gobierno venezolano en busca del desarrollo estable y de un camino de desarrollo que se ajuste a sus condiciones nacionales.
– China y Venezuela deben mejorar e innovar la cooperación pragmática, a través de la firma de un memorándum de entendimiento sobre la construcción de la Franja y la Ruta como una oportunidad para seguir adelante con la sinergia e implementación del consenso de cooperación bilateral, fortalecer la capacidad de desarrollo independiente de Venezuela y promover el desarrollo sostenible de la cooperación entre los dos países.
– Ambas naciones deben fortalecer la coordinación y cooperación multilaterales, continuar intensificando la comunicación dentro de organizaciones internacionales y regionales como las Naciones Unidas, participar juntas en la reforma y construcción del sistema de gobernanza global y salvaguardar los derechos e intereses legítimos de los países en desarrollo.
– China siempre ha promovido la cooperación con los países latinoamericanos con base en los principios de igualdad, beneficio mutuo y desarrollo común, y está dispuesta a promover la construcción del Foro China-CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) y el desarrollo estable de las relaciones entre China y América Latina.

Maduro a su vez aceptó:

– Ambos pueblos disfrutan de una amistad de largo plazo. Gracias a los esfuerzos conjuntos las relaciones bilaterales han superado varias pruebas y se han vuelto cada vez más sólidas y fructíferas.
– El hecho de que las dos partes lograran consenso sobre la expansión de la cooperación en una amplia gama de áreas durante su visita demuestra plenamente que la cooperación bilateral es integral y compatible con el programa de recuperación económica, crecimiento y prosperidad de Venezuela.
– Venezuela desea participar activamente en la construcción de la Franja y la Ruta, explorar métodos de financiamiento efectivos, fortalecer la cooperación en áreas como energía y capacidad de producción, y expandir los intercambios entre los pueblos.
– Venezuela trabajará con China para salvaguardar el multilateralismo.
– Venezuela hará esfuerzos positivos para fortalecer la cooperación entre China y América Latina.

Atrás quedaron los tiempos de los “créditos” chinos fáciles. Que nunca lo fueron. Ahora Maduro, dócilmente, se comprometió a “participar activamente en la construcción de la Franja y la Ruta, explorar métodos de financiamiento efectivos, fortalecer la cooperación en áreas como energía y capacidad de producción, y expandir los intercambios entre los pueblos

Adiós soberanía. Llega el tutelaje chino

Además Maduro se comprometió a ceder el 9,9% de las acciones de la CVP en Petrosinovensa, en el Bloque Carabobo de la Faja del Orinoco,  a la estatal China National Oil Corporation, que tendría así el 49,9% del capital accionario y también es predecible, un cambio importante en su esquema de toma de decisiones. Petrosinovensa produce unos 160 kbpd, y tiene retardado hace tres años un plan de elevar esa producción en unos 70 kbpd hasta los 230 kbpd.

Lo demás son un rosario de anuncios generéricos, “memorandum de entendimiento” con empresas variadas. Y nada de los míticos 5 mil millones de dólares. Que no vendrán porque son un “cuento chino” inventado por el régimen de Maduro.

Lo cierto es que Maduro comprometió al país a ser un ladrillo más del plan expansionista chino de la Franja y la Ruta. Un bloque “lego” de su juego geopolítico.

Escribe Shang-Jin Wey, ex economista jefe del Banco de Desarrollo de Asia, en su artículo “La justificación económica de la Iniciativa de la Franja y la Ruta” que “Para  China, estas inversiones son económicamente atractivas, particularmente si empresas privadas chinas toman la delantera en su ejecución. En 2013, cuando China propuso el plan, el país tenía cuatro billones de dólares en reservas de moneda extranjera, con escaso rendimiento en dólares (menos de 1% al año), y negativo si se lo medía en la moneda china, dado que se esperaba que el yuan se apreciara respecto del dólar”

Y aquí el detalle “Pero la financiación externa por sí sola no es garantía de éxito. Los países receptores también deben encarar reformas básicas que aumenten la transparencia y previsibilidad de sus políticas y reduzcan así el riesgo de inversión. De hecho, el resultado económico de las inversiones estará supeditado a la implementación de las reformas complementarias” afirma Wey.

Si leyeron bien arriba, Xi lo afirmó y Maduro lo aceptó. Quizás tan sólo por una extensión del período de gracia.

Los 19.000 millones de dólares es una buena cantidad de petróleo para cualquiera. Unos 292 millones de barriles a 65 dólares el barril.

Xi le exigió a Maduro el timón del país, quiere esos barriles por los cuales pagó. Y Maduro “aceptó”. Así Xi evita el revés político que significa el fracasado financiamiento al “socialismo bolivariano”.

Bono final:

Vean la presentación de Maduro en el Centro de Investigaciones para el desarrollo del Consejo de Estado de China, su mini “fondo monetario”. Maduro afirmó que en su reunión con Xi que éste le “trasladaba la experiencia china, de hacer las cosas a lo chino, me decía él. la clave de China es que aprendió hacer todo a lo chino”. Maduro es el ejemplo más reciente.

 

 

 

 


David Morán Bohórquez es ingeniero industrial y articulista @morandavid

 

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