Mauricio Claver-Carone, un abogado conocido en Washington por su defensa del embargo a Cuba y sus críticas a la política de apertura a la isla, es el nuevo encargado de Latinoamérica y el Caribe en la Casa Blanca, indicó hoy a Efe una fuente oficial.
Claver-Carone, un funcionario de origen cubano nacido en Miami y que creció en España y Orlando (Florida), comenzó esta semana a trabajar como director de Asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca (NSC, en inglés), según una fuente de esa oficina.
El funcionario asesorará al presidente estadounidense, Donald Trump, en asuntos relacionados con el continente americano, y reemplaza a Juan Cruz, un exagente de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) que ocupaba el cargo desde hace más de un año.
Claver-Carone, que hasta ahora ejercía como director ejecutivo de EE.UU. en el Fondo Monetario Internacional (FMI), se labró un nombre entre los círculos de Washington interesados en Cuba gracias a su blog “Capitol Hill Cubans”, donde criticaba ferozmente la política hacia la isla del expresidente Barack Obama (2009-2017).
También fue director ejecutivo del comité de acción política US-Cuba Democracy PAC, cuyo objetivo, de acuerdo con su página web, era “promover una transición incondicional en Cuba a la democracia” y el mercado libre, y que cabildeaba para oponerse a leyes que pudieran “financiar la maquinaria represiva de la dictadura cubana”.
En noviembre de 2016, el entonces presidente electo Trump le incluyó en el equipo encargado de organizar la transición en el Departamento del Tesoro, donde ya había trabajado como asesor.
Los más críticos con Claver-Carone, que también fue director de la organización sin ánimo de lucro Cuba Democracy Advocates, advierten de que aunque sabe mucho sobre la isla, puede que le falten conocimientos sobre el resto del continente.
Otros temen que su nombramiento sea el preludio de un posible recrudecimiento de la política hacia Cuba, que Trump ha retocado mediante restricciones al comercio y los viajes a la isla, pero sin desmontar todo el proceso de deshielo iniciado por Obama.
Claver-Carone trabajará además para John Bolton, que desde abril es asesor de seguridad nacional de Trump y que ha adoptado tradicionalmente una línea dura hacia Cuba, a la que en 2002 acusó de poseer armas biológicas.
Aun así, está por ver si Trump decide invertir más esfuerzos en un retroceso de la política hacia Cuba, un tema que no parece quitarle el sueño.
“Según su entorno, Trump está cómodo con su política actual hacia Cuba”, dijo recientemente a Efe el que fuera asesor de Obama para Latinoamérica en el NSC, Mark Feierstein. EFE