En un bosque de la China… Por María Auxiliadora Dubuc

En un bosque de la China… Por María Auxiliadora Dubuc

Las relaciones entre Venezuela y China, tienen ya un buen tiempo, específicamente, datan de 1974, pero fue en 1999 cuando el fallecido presidente Hugo Chávez las elevó a un nivel estratégico, todo lo cual permitió avanzar en el desarrollo de proyectos de gran envergadura.

De esta manera Venezuela, con el devenir de los tiempos se convirtió en un importante socio de cooperación con China en la región, y así lo hemos podido observar los venezolanos en el área de la construcción, automotriz y petrolera. De China se dice siempre se ha adherido a la correcta concepción entre justicia e intereses, impulsando el estable avance de la cooperación binacional en las diversas áreas y contribuyendo de manera constructiva a la estabilidad nacional y el desarrollo económico de Venezuela. En este sentido, China ha prometido, seguir profundizando las relaciones bilaterales basándose en los principios de no injerencia en los asuntos internos, respeto mutuo, equidad y ganancia compartida.





En este orden de ideas, Nicolás ofreció la semana pasada, desde el Palacio de Miraflores un balance de su reciente visita de Estado realizada a China, explicando que en el marco de la Clausura de la XVI Comisión Mixta de Alto Nivel China-Venezuela, en Beijing, se firmaron 28 acuerdos de cooperación, que presuntamente, impulsarán la economía con miras al desarrollo de ambos países en los próximos años en materia de petróleo, minería, seguridad, tecnología y salud. Estos acuerdos llevan consigo miles de millones de dólares en inversión a los efectos de hacer realidad el desarrollo de nuestras empresas mixtas en el campo petrolero e igualmente con este encuentro entre Venezuela y China blindan las ya consolidadas relaciones bilaterales, relaciones que se fundamentan en principios de respeto mutuo, amistad y cooperación, puro amor del bueno, a decir del gobierno sin condiciones leoninas y en pro del beneficio de ambos países.

En este sentido, Nicolás indicó que su programa de Recuperación Económica, Crecimiento y Prosperidad implantado en el país, cuenta con el respaldo del las altas autoridades chinas, así como de las instituciones bancarias y de la Cooperación Internacional, e igualmente afirma que se adhiere a los principios de cooperación y mundo pluripolar adoptados por China, mostrándose francamente agradecido, apuntando que gracias a los acuerdos de la comisión mixta y a la sólida relación China-Venezuela, el país pudo enfrentar sus circunstancias, explicando que con China hemos construido una relación estratégica que ha atravesado varias disimiles etapas, por ejemplo en la etapa de grandes ingresos petroleros y de bonanza, con China avanzamos en la creación de un fondo de financiamiento chino-venezolano.

Nicolás anuncio igualmente que pronto arribará al país el presidente ejecutivo de la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC), con el fin concretar un plan que elevará la producción petrolera a 1 millón de barriles para exportar a la nación asiática y que para lo lograr este objetivo, está previsto invertir unos 5.000 millones de dólares.

Mientras tanto el canciller chino y consejero de Estado, Wang Yi indicó que “pese a las complejas circunstancias internacionales, China está dispuesta a trabajar con Venezuela para fortalecer los intercambios y la amistad entre ambos países”, para lo cual será necesario “optimizar los modelos de cooperación con el fin de enriquecer la asociación estratégica”.

Entre los acuerdos firmados, destacan los siguientes:

– Acuerdo para el financiamiento de la producción petrolera.

– Memorándum de entendimiento para la cesión del 9,9 por ciento de las acciones de la empresa mixta petrolera Sinovensa, para el desarrollo de las empresas de hidrocarburos mixtas Petrourica y Petrozumano.

– Memorando de entendimiento con la corporación tecnológica ZTE.

– Acuerdo para el lanzamiento del cuarto satélite de comunicaciones, el satélite “Guaicaipuro”.

– Acuerdo en materia de minería.

– Participación en la Franja y La Ruta, “un plan de desarrollo compartido, de liberación y de construcción de un sentido común”.

– Fortalecimiento de las industrias básicas.

– Convenio para robustecer la cooperación entre la Corporación Nacional de Explotación de Gas de China (CNODC) y Petróleos de Venezuela (PDVSA) con el objetivo de explorar y explotar gas en el país caribeño

– Acuerdo de explotación del sector aurífero con la empresa china Yankuang Group.

– Acuerdos para mejorar el sistema de distribución y almacenaje de medicamentos en Venezuela.

– Acuerdos en relación al intercambio cultural entre China y Venezuela.

– Renovación del programa de intercambio educativo 2018-2023. “La juventud venezolana tiene garantizada sus carreras de posgrado y cursos de especialización en China”, afirmó.

– Acuerdos para el fortalecimiento de la seguridad y la defensa de la paz.

– Fortalecimiento y actualización de toda la plataforma tecnológica de CANTV.

También con el hierro se ha progresado en inversiones conjuntas con tecnología de punta compartida para el desarrollo industrial. Durante su visita oficial, Maduró acordó también la integración de la nación en las Nuevas Rutas de la Seda, el proyecto global de inversión en infraestructuras del gigante asiático, al que también se ha adscrito Uruguay.

Lo cierto es que los acuerdos abarcan una cantidad de areas distintas y que hoy ya tenemos un buque Chino en costas venezolanas que viene a apoyarnos en asuntos de salud, de modo que los acuerdos van desde lo económico hasta lo social. Lo que si es definitivo es que esta visita marca una nueva era en las relaciones China-Venezuela, desde todo punto de vista.

Sin embargo, analizando el asunto a profundidad podemos darnos cuenta que la realidad es otra, la verdadera razón de la visita de Nicolás a China, yacía escondida a lo interno de las reuniones, la verdad verdadera es que el viajecito tenía otro propósito, más allá de los acuerdos, la idea era solicitar dos años de período de gracia para el pago de la deuda que mantenemos con China, y que no se ha podido pagar, lo que representaba en caso de ser otorgado, más de US$ 9.000 millones que Venezuela hubiese dejado de pagar en los próximos dos años, pero ocurrió que esta propuesta no resulto aceptada, de modo que lo que habría significado un ahorro de divisas y de esta forma poder estabilizar un poco la economía, no tuvo un resultado positivo del todo, es decir, el objetivo fundamental no se logro. Por el contrario, se ha hablado de préstamos por el orden de los 5 mil millones de dólares, para el sector petrolero y para contratar empresas chinas, dentro de este sector, luego esto implica no solo que PDVSA va a tener que contratar taladros chinos o cualquier otro servicio que los chinos puedan proveer, sino que también estarían obligando a las empresas mixtas, que seguramente prefieren operar con sus taladros propios, a contratar servicios chinos, lo que resulta absurdo a todas luces.

El gobierno asegura que los esquemas de financiamiento que tenemos con China no generan deuda alguna, porque todo el dinero que China ha financiado se ha pagado con petróleo, la realidad es que las inversiones Chinas no son del todo transparentes por lo que estas negociaciones generan dudas en economistas y entendidos en la materia. Las reglas no están claras, nunca ha informado en torno a las condiciones de los préstamos con Venezuela, las tasas de interés a las cuales se han negociado, lo cierto es que sobre esta materia hay muy poca información, todo lo cual genera suspicacias.

En ese orden, los números no mienten y acusan que la deuda de Venezuela con China subió de $23.000 a $28.000 millones, gracias al nuevo préstamo, todo lo cual pareciera ser el último eslabón que tiene el gobierno, este auxilio de China, reconocemos le da respiro al Nicolás para mantenerse a flote por un rato más.

Pero no soy optimista porque lo más grave de este asunto es que creo y espero equivocarme, que este nuevo préstamo no va a ayudar para nada a estabilizar la producción petrolera y que frente a una caída de la producción, no podemos descartar que pronto Venezuela pierda su capacidad de pago a China y esta nación, al igual que como están sufriendo en este momento los tenedores de bonos, tenga la misma suerte, teniendo como consecuencia lógica al final el default.

En este orden de ideas, la novela podría tener un desenlace fatal, y acabar con todo el amor, en lagrimas, en virtud que estas relaciones entre Venezuela y China solidarias, cordiales y de apoyo desinteresado, podrían verse deterioradas ante un potencial incumplimiento, dados los problemas económicos, sobre todo con la producción de petróleo, de manera específica, de modo que al no tener capacidad de pago, veremos cuánto dura esta luna de miel, hasta donde podemos asumir y honrar los compromisos adquiridos con el país asiático, y cuanta paciencia nos tienen los chinos, porque de no ser así, me temo que el asunto podría tornarse muy complicado para los venezolanos.

MARIA AUXILIADORA DUBUC P.

@mauxi1