De póker en póker de goles, el FC Barcelona despeja en la ‘Champions’, “objetivo prioritario” del club culé esta temporada según Leo Messi, las dudas que suscita en Liga, y, después de endosar un 4-0 al PSV, salió este miércoles de Wembley con un 4-2 ante el Tottenham del argentino Mauricio Pochettino.
El Barça, que llegaba de dos empates y una derrota en la tres últimas fechas del campeonato español, sumó su segunda victoria en otros tantos partidos de la llave B de la Liga de Campeones, que lidera igualado a puntos con el Inter de Milán y con una holgada ventaja sobre los otros dos componentes del grupo.
El brasileño Philippe Coutinho (2), el croata Ivan Rakitic (28) y el argentino Leo Messi (56, 89), por parte del Barça, y el delantero Harry Kane (52) y el volante argentino Erik Lamela (66) por los locales, fueron los goleadores de un partido que deja al conjunto culé como líder del grupo y a los ‘Spurs’ en tercer puesto y casi desahuciados después de la victoria del Inter de Milán ante el PSV.
Conexión Messi-Alba
Líder realizador de esta edición de la Liga de Campeones, con dos goles más que su antiguo compañero Neymar y que su compatriota Paulo Dybala, Messi comenzó el duelo en Wembley con un pase al hueco desde el círculo central que Jordi Alba cedió atrás para que Coutinho disparase desde fuera del área esquivando el balón la maraña de defensores locales que protegían el arco, toda vez que el arquero galo Hugo Lloris había salido a tapar al lateral español.
En el segundo, fue Coutinho el que tras errar ante Lloris cedió el rechace a un Rakitic que inventó una magistral volea desde la media luna del área para establecer el 2-0 antes de la media hora de juego.
Pero salir victoriosos de Wembley no iba a ser un camino de rosas, y el mejor hombre de los locales, el internacional inglés Harry Kane aumentó la emoción con un disparo ajustado desde dentro del área que acabó en el fondo de la red.
Messi se encargó de devolver la tranquilidad a un cuestionado Ernesto Valverde y a sus pupilos al firmar el tercero con un disparo orientado con la zurda en un pase atrás de Alba, de nuevo asistente.
El también argentino Erik Lamela quiso dejar su impronta con un gol que maquilló el resultado y dio interés a los últimos minutos, más por lo ajustado del marcador que por el peligro real creado por los locales.
Hasta que en el último minuto, de nuevo Messi, definió con calma solo ante Lloris, el arquero de la selección que apeó a Argentina en el Mundial ruso.
A falta de doce puntos por disputarse, el Tottenham deberá remontar los seis en contra de desventaja que posee con un Barça y un Inter que pelearán en las dos próximas fechas por el liderato del grupo.
AFP