La Corte Suprema de Justicia de Perú rechazó este viernes suspender el reingreso en prisión del expresidente peruano Alberto Fujimori mientras se resuelve la apelación presentada por su abogado a la anulación de su indulto, que le eximía de terminar de cumplir una condena de 25 años de prisión por crímenes de lesa humanidad.
EFE
El juez Hugo Núñez, del Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria, dio a la defensa de Fujimori un plazo de cinco días para presentar los fundamentos de la apelación a su sentencia que anulaba el indulto que el exmandatario gozaba desde la pasada Navidad.
El abogado de Fujimori, Miguel Pérez Arroyo, acusó al juez Núñez de actuar sin humanidad con el expresidente por no atender el efecto de dejar suspendida la ejecución de la sentencia emitida el miércoles en primera instancia hasta que una instancia superior resuelva la apelación. “Le solicitábamos al juez que, en vías de una aplicación progresiva, se atendiera el hecho de que estamos ante una persona de edad avanzada y patologías diversas”, comentó Pérez en el Canal N.
Pérez consideró que el magistrado sí actuó de manera humanitaria al atender el recurso contra el indulto presentado por los familiares de los crímenes por los que fue condenado Fujimori y además hacer suyos sus argumentos en esta sentencia. El letrado indicó que Fujimori regresará a la prisión “en la medida que los médicos así lo establezcan” y advirtió que “su salud es débil y su vida corre peligro”.
El expresidente permanece hospitalizado desde el mismo miércoles en el que salió la sentencia, aparentemente por una descompensación sufrida al enterarse que debía volver a la cárcel, lo que reavivó su cuadro de fibrilación auricular paroxística, uno de los males crónicos que padece. Fujimori fue indultado la pasada Navidad por el expresidente Pedro Pablo Kuczynski bajo serias sospechas de tratarse de un acuerdo político, a pesar de que fue otorgado como una decisión humanitaria por la deteriorada salud del preso, de 80 años.
El indulto llegó solo tres días después de que Kuczynski se salvara de ser destituido por el Congreso gracias a la abstención de un pequeño grupo de congresistas fujimoristas liderado por Kenji Fujimori, hijo menor del expresidente, quien había pedido en reiteradas ocasiones al entonces mandatario liberar a su padre.
Con esa decisión, Fujimori quedó eximido de seguir cumpliendo la condena a 25 años de prisión que le fue impuesta en 2009 por la misma Corte Suprema. El exmandatario fue condenado como autor mediato (con dominio del hecho) de las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), donde murieron 25 personas a manos del grupo militar encubierto Colina, y de los secuestros del empresario Samuel Dyer y del periodista Gustavo Gorriti.
A Fujimori, que gobernó Perú entre 1990 y 2000, le quedan por cumplir en prisión más de 14 años de pena, por lo que la terminaría de purgar en 2032 con 94 años.