Perú realizará el referéndum de reforma constitucional propuesto por el presidente Martín Vizcarra “así llueva o truene”, pese a intentos del Parlamento para anular y reformular dos de las cuatro preguntas que se planea consultar a la ciudadanía, afirmó hoy el primer ministro César Villanueva.
EFE
“El referéndum va porque ya está convocado por el presidente de la República (…) así llueva y truene”, expresó Villanueva en declaraciones al canal ATV de la televisión peruana.
El político se refirió así a la propuesta de ley que el jueves por la noche presentaron congresistas del Partido Aprista Peruano (APRA), aliados del fujimorista Fuerza Popular, que pide revocar parte de la autorización que el Congreso peruano otorgó el pasado 4 de octubre para llevar a referéndum las propuestas de reforma constitucional impulsadas por Vizcarra.
Concretamente, la propuesta pide anular la votación sobre la reforma relativa a la restitución de la bicameralidad y la que impediría la reelección de parlamentarios.
Así, los peruanos solo podrían votar el 9 de diciembre, fecha prevista para el referéndum, sobre si aceptan la reforma del Poder Judicial y sobre la financiación de los partidos políticos.
En ese sentido, Villanueva afirmó que los que proponen esta medida “ahora le tienen miedo al referéndum”.
“Hace tiempo que no quieren referéndum porque tienen miedo de que la población vote directamente, es preferible votar entre 130 congresistas que se ponen de acuerdo y votan”, señaló.
Villanueva añadió además que tanto el Jurado Nacional de Elecciones como la Oficina Nacional de Procesos Electorales ya se encuentran trabajando en la organización de la consulta popular, que fue convocada por el jefe del Estado por decreto supremo.
El pasado día 9 de octubre, Vizcarra firmó el decreto mediante el cual se convocó el referéndum con las cuatro reformas, si bien, en una decisión que sorprendió a muchos, anunció que pediría el “no” a la consulta sobre el retorno a la bicameralidad del Congreso.
Vizcarra argumentó que esa reforma fue “desnaturalizada” durante su tramitación en el Legislativo, en donde se incorporaron cambios a su propuesta que entre otras cosas limitaban la autoridad constitucional al presidente de disolver la cámara si se niega la confianza a dos gabinetes de ministros durante su gestión.