Un adolescente de 15 años fue la víctima más joven de la masacre en un instituto de Crimea, donde un alumno mató la víspera a 20 personas, nueve las cuales menores de edad, antes de suicidarse, según indicaron este jueves las autoridades.
Siete heridos se hallan todavía en un estado “sumamente grave”, declaró la ministra rusa de Sanidad, Veronika Skvortsova, citada por la agencia Interfax.
La ministra precisó que los médicos tuvieron que amputar miembros a varias personas, “pies, piernas” debido a las heridas causadas por “bolitas metálicas” incorporadas a la bomba casera que detonó el autor de la matanza.
En algunos casos, los músculos de las víctimas fueron literalmente “pulverizados”, precisó.
Un alumno de 18 años de un instituto técnico de Kerch, en la península ucraniana de Crimea anexionada por Rusia en 2014, hizo estallar una bomba el miércoles en su centro educativo y luego mató con un fusil a otros alumnos y miembros del personal. Las autoridades seguían ignorando este jueves las razones de este acto.
De las 20 personas muertas, según un nuevo balance, nueve eran menores, de acuerdo con una lista publicada por las autoridades municipales de Kerch.
Quince alumnos del centro perdieron la vida en el ataque, indicó el subdirector de la municipalidad de Kerch, Diliarver Melgaziev, citado por la agencia TASS.
Las otras cinco víctimas son empleados del centro, según Melgaziev. Según el diario ruso Moskovski Komsomolets, entre los fallecidos hay una madre y su hija, ambas profesoras.
Las autoridades de Kerch también publicaron una lista con las identidades de 44 personas heridas, precisando que dos de ellas todavía no habían podido ser identificadas.
Según esta lista, al menos 23 son menores. AFP