Las burlas arreciaban en Instagram, Twitter y YouTube. Muchos de los seguidores del gamer de 23 años no podían creer que hubiera dejado a su bella novia para dedicar más tiempo a jugar al Call of Duty.
El propio Doug Martin, que se hace llamar FaZe Censor en las redes, lo había dado a entender cuando, meses atrás, anunció su separación de la presentadora del clima mexicana Yanet García, de 27 años. Había dicho que quería concentrarse en su carrera como gamer profesional y prepararse de la mejor manera para el Campeonato de Call of Duty.
Cansado del hostigamiento, Martin publicó este martes un video en su canal de YouTube, que tiene más de dos millones de suscriptores. Se titula “Por qué me separé de Yanet García”. Con varios ejemplos, el gamer insinuó que dejó a “la presentadora del clima más sexy del mundo” porque, según él, ella se mostraba más interesada en su dinero que en cualquier otra cosa.
Los problemas en la relación comenzaron cuando ella se mudó con él a su casa de Nueva York, donde convivieron durante un año. Como aparecía en algunos de sus videos, empezó a reclamarle que le diera una parte de las ganancias. Martin se negó a compartir sus ingresos con ella, pero pretendió compensarla comprándole un auto. Sin embargo, la modelo no lo habría apreciado lo suficiente.
De todos modos, según él mismo reconoce, el reclamo de la joven no era por el regalo, sino porque él pretendía filmar toda la escena y publicar el video, explotando comercialmente el obsequio. “Literalmente hice todo para asegurarme de que ella estuviera bien, de que se sintiera cómoda y hasta de que aprendiera a hablar inglés”, afirma el gamer en el video, donde cuenta que incluso le pagaba los gastos que hacía con la tarjeta de crédito.
Lo que terminó de inclinarlo por la separación fueron los reproches hacia sus amigos. “Me daba ultimátums sobre quiénes podían ser mis amigos”, dice Martin, indignado. Fueron tres años de relación. Más allá de lo que puedan haberse llevado en el plano afectivo, todo indica que ambos pudieron extraerle un rédito económico. Aparentemente, lo que más les importaba.