La floración de los cerezos señala en Japón el inicio de la primavera. Cada mes de marzo este fenómeno natural, el hanami (literalmente, “observación de las flores”), se celebra con visitas a los parques y templos para disfrutar de la belleza de los árboles y festejar la llegada de la flor, símbolo de prosperidad. Este año, por sorpresa, las flores han vuelto a cubrir los cerezos fuera de temporada. En pleno otoño, los árboles han florecido en todo el país.
Los expertos culpan de esta floración adelantada a los dos tifones que asolaron Japón en septiembre. “Todos los años recibimos noticia de floraciones tempranas, pero confinadas en áreas concretas”, ha explicado a Reuters Toru Koyama, técnico de la Asociación Floral de Japón. “En esta ocasión sabemos que está ocurriendo en todo el país”.
Los tifones, incluido Jebi, el más potente en la zona en los últimos 25 años, han diluido las sustancias que eliminan las flores blancas y rosas, despojando a los árboles de sus hojas o cubriéndolas con sales, ha añadido Koyama. El aire que las tormentas absorbieron en los trópicos arrastró hasta Japón un tiempo templado seguido de una bajada de temperaturas que se asemejaron al clima primaveral que señala el momento de la floración.
Hasta ahora, las flores no son abundantes, así que las personas que van a ver los cerezos en flor en primavera, no se percatarán del fenómeno. Pero la inesperada eclosión se produce en medio de una creciente preocupación internacional por el calentamiento global, las olas de calor que favorecen los incendios forestales en verano y las tormentas tropicales provocadas por el aumento de la temperatura en el agua del mar.