Un pasajero se niega a sentarse junto a una mujer negra y Ryanair la cambia de sitio

Un pasajero se niega a sentarse junto a una mujer negra y Ryanair la cambia de sitio

 

 





 

Un pasajero del vuelo FR9015 de Ryanair entre Barcelona y el aeropuerto de Stansted, en Londres, se negó el pasado viernes a sentarse al lado de una mujer negra, insultándola con apelativos como “bastarda”, “fea” y “estúpida vaca”, publica El Periódico.

La escena se ha viralizado después de que un pasajero del mismo vuelo, David Lawrence, compartiera en Youtube el grave incidente racista. Todo comenzó cuando un británico pidió a una mujer de color que abandonase la butaca en la que le tocaba sentarse al grito de “Bastarda negra y fea. No me hables en un idioma extranjero”.

Finalmente, la pasajera tuvo que cambiar de asiento, y al caballero se le permitió volar sin problemas. Sin embargo, tras la repercusión del vídeo, y la petición de boicot por parte de muchos usuarios, la compañía ha puesto los hechos a disposición de la policía de Essex. “Ahora este asunto está en manos de las autoridades, y no podemos hacer más comentarios”, han explicado fuentes de la aerolínea.

En las imágenes, se ve cómo un auxiliar se acerca y en lugar de recriminarle la actitud le acaba pidiendo a la señora Gayle, una pensionista de 77 años, y de origen jamaicano, que se cambie de sitio, cuando, incluso, entre los dos usuarios mediaba un asiento libre.

El hombre, iracundo, perdió los papeles: “No me importa si está discapacitada o no, si le digo que salga, ella saldrá”. Al personal de cabina les amenazó: “Si no va a otro asiento, la empujaré yo a otro asiento”.

Anciana con artritis

Según ha explicado la hija de la señora Gayle al Huffington Post, regresaban de unas vacaciones para alegrar un poco a su madre, un año después de que se quedara viuda. El detonante de los insultos del pasajero blanco fue que la mujer, que sufre de artritis, tardó demasiado en levantarse de su asiento para dejarle pasar hasta el suyo, ubicado junto a la ventanilla.

Los auxiliares no reprendieron al hombre -lo máximo que llegaron a decirle es que no fuera “tan grosero” y que se calmara- , pero sí otro pasajero de la fila de atrás le pidió al racista que depusiera su actitud.

La tripulación simplemente informó a la pasajera de que podía llamar a los servicios de atención al cliente a partir del lunes.