Comenzaremos manifestando que las elecciones en EEUU, siempre resultan un tanto dificultosas y complejas, para quienes somos consultores de la opinión pública, por cuanto el sistema electoral además de complicado para el elector, no depende de la votación popular sino que es un sistema de elección indirecta. Es un juego de reglas, condiciones, participación, elegibilidad, tiempo para hacer una cosa y la otra, llenar vacantes, reelecciones, renuncias, elección cada dos años, cada cuatro, cada seis, renovaciones en los mismos lapsos, todo esto para elegir senadores, congresistas y gobernadores en legislativas. Una auténtica locura con tinte de despelote. Un enredo total para el elector estadounidense, reseñó encuestasinternausa.
Si no se tiene una mecánica para la recolección de datos optima, y una correlación de todas las variables posibles en el contexto electoral, es muy probable que una encuesta no logre el objetivo de acertar. Por ejemplo, la votación popular solo sirve para cada estado, cuando el evento es presidencial, porque el candidato ganador así sea por un voto en ese estado, se llevaría todos los votos electorales, pero la votación nacional si la obtuviera, no le sirve para ser electo presidente sino cuenta con la mayoría de esos votos electorales, en cambio en las legislativas la votación es en cada estado de forma uninominal, siendo así se necesitaría medir y consultar entonces, imagínense ustedes, para que noten lo torpe y engorroso de este sistema, a cada congresista candidato a la cámara baja en cada estado, los cuales en el País son (435), lo que constituiría realizar un censo y no una encuesta, luego promediar cada valor o porcentaje de cada candidato, algo impráctico y oneroso, que involucra tiempo y costos de realización, por esta vía resulta algo irreal e improcedente, claro, se puede consultar el voto en busca de la preferencia, si desea votar por los candidatos demócratas o republicanos y se sale fácilmente del problema, es la solución más práctica y aconsejable.
Todo esto hace un poco difícil el pronóstico para las encuestadoras en USA, de allí que quien no tenga una experticia técnica y científica, acompañada de mecanismos estadísticos apropiados y novedosos le resultaría muy difícil pronosticar en las elecciones de EEUU. Nosotros asumimos este reto con la misma normalidad como lo hemos hecho en otros países como Colombia y Brasil, y estamos convencidos que estaremos acertando en las elecciones legislativas de EEUU.
En las presidenciales del 2016 entre Donald Trump frente a Hillary Clinton, casi todas, una gran mayoría de las encuestadoras norteamericanas le dieron la primera opción a Clinton. Al final de todo, si no hay una capacidad técnica profesional y de experiencia en el menester, que permita alcanzar, perfilar y concretar un mecanismo robusto lo más ajustado posible, a lo que ha de ocurrir este 06 de noviembre del 2018 en las elecciones legislativas de EEUU, cualquier investigación de opinión pública, que se haga enmarcada entre los parámetros que exige el sistema electoral estadounidense no alcanzará el éxito deseado.
Qué significan los votos electorales en cada Estado
Es un número constitucionalmente establecido en cada estado por la cantidad de habitantes que ese estado tiene. Esa distribución da el número de congresistas que cada estado deberá elegir, y a ese número resultante se le llama “VOTO ELECTORAL”. Cuando dicen por ejemplo que el estado de Texas tiene (38) Votos electorales, quiere decir que elegirá (36) diputados a la cámara baja y dos senadores, eso da (38) votos electorales. Cada estado elige fijo (2) senadores sin importar su cantidad de habitantes. Si un candidato gana este estado Texas aunque sea por un voto el día de las elecciones, ese candidato habrá ganado los (38) VOTOS ELECTORALES en disputa en Texas, aunque en ese estado se dividan un senador para cada opción (republicano y demócrata).
Por qué se eligen (100) senadores?
Porque son (50) estados en EEUU lo cual genera la elección de (100) senadores, y la constitución establece una paridad de elegir dos por cada entidad, enmarcado esto en las regulaciones del sistema electoral norteamericano desde hace varios siglos. Ojo, no se toma en cuenta en este caso el peso habitacional o poblacional de cada estado, por cuánto es una asignación automática de elegir dos senadores por cada uno de ellos. Así de sencillo.
Caso contrario ocurre con la elección de los congresistas, en donde la población o cantidad de habitantes, es la razón fundamental para su distribución y asignación por entidad o estado.
En la carrera por la presidencia, el candidato demócrata o republicano tiene que pelear por ganar la mayoría de los votos populares en cada estado, y no por el voto nacional popular (aunque, por lo general, el ganador de las elecciones tiene la mayoría del voto popular en el país).
Los estados más poblados tienen más congresistas que los menos poblados, ya que son elegidos por representación popular. Por ende, los estados más poblados tendrán más electores o votos electorales de los cuales ya hablamos y explicamos.
A su vez, todos los estados tienen dos senadores en la Cámara alta, por lo cual cada estado tiene asegurado dos electores y los votos electorales. Por ejemplo, California tiene 55 votos electorales: 53 electores por la cantidad de congresistas que ese estado tiene y dos electores por los senadores. Texas tiene 34 votos electorales, eso quiere decir que tiene 32 congresistas y dos senadores. Carolina del Sur, que es un estado menos poblado, tiene ocho votos electorales, seis serían por los congresistas y dos por los senadores.
La esencia del voto preserva la democracia en USA
La elección presidencial por ejemplo, es una votación indirecta. Los electores votan y eligen ciudadanos en su estado denominados votos electorales, y estos a su vez electos, automáticamente eligen al presidente. Estos votos electorales no es más que un número de representantes (candidatos) otorgados a un estado según su población.
Muchos se quejan fuera de EEUU que no existe elección popular, y cabe destacar al respecto, que cuando se abre un proceso electoral al voto directo, los electores pueden expresar la incultura en toda su variedad, y esta puede elegir a cualquier gobernante mediocre e incapaz, e incluso hasta elegir a un dictador. Claro es un derecho humano inviolable y hay que escuchar su opinión, pero también es un alto y peligroso riesgo que se asume, dejando toda la responsabilidad en ellos de escoger libremente.
Si la cultura, la tecnología, el avance, el progreso y desarrollo de un pueblo tienen niveles altos, es más difícil que llegue al poder un gobernante mediocre, aunque puede llegar por otras circunstancias, pero si la cultura predominante es primitiva, indígena o colonial, tengan la plena seguridad que esos pueblos estarán signados a tener por años a gobernantes incapaces e indeseados.
De este mal se cuidó Estados Unidos desde hace siglos, por eso tienen y perdura una democracia sólida, por supuesto soportados por un sistema de elección seguro, práctico y enmarcado en un esquema electoral de gran fortaleza, robusto y equilibrado, aunque a la postre sea engorroso y complejo al momento de su operatividad y ejecución.
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