Un grupo en ebullición creativa, con mil ideas en la cabeza pero también a punto de asomarse a su disolución. Así se presentaron The Beatles en “The White Album”, su disco más audaz y arriesgado que celebra sus cincuenta años con una reedición de lujo para coleccionistas.
Además del célebre doble álbum de los de Liverpool con una nueva mezcla de sonido, este lanzamiento especial de The Beatles, formado por siete discos y que sale a la venta el próximo viernes 9 de noviembre, incluye 27 demos, 50 tomas descartadas y un libro de 164 páginas para sumergirse por completo en el heterogéneo universo de “The White Album”.
“Habíamos dejado a la banda del Sgt. Pepper tocar en sus soleados Campos Elíseos y estábamos entonces dando zancadas en nuevas direcciones sin un mapa”, escribió Paul McCartney en la introducción de esta reedición de “The White Album”, que originalmente fue publicado el 22 de noviembre de 1968.
Efe asistió el pasado septiembre a un acto en los legendarios estudios Capitol Records de Los Ángeles (EE.UU.) en el que Giles Martin, hijo del famoso productor George Martin y quien ya dirigió la reedición por el medio siglo de “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band” (1967), explicó sus impresiones sobre “The White Album” tras haber estado al frente de esta nueva edición.
“‘Sgt. Pepper’s’ fue el clímax de mi padre como arquitecto de la banda creando un sonido que nadie hubiera oído antes. Y con ‘The White Album’, The Beatles decidieron que querían construir algo desde cero. Así que el proceso fue muy diferente”, opinó Giles Martin.
“La percepción de la gente es que el sonido fragmentado de ‘The White Album’ es el sonido de The Beatles separándose, pero no lo es”, agregó el productor, quien aseguró que, tras bucear en todas las horas de grabación, percibió por sorpresa a un grupo en el que sus integrantes todavía colaboraban y trabajaban juntos durante horas y horas.
No es, sin embargo, la opinión mayoritaria de los fans, que en general sostienen que “The White Album” inicia el camino hacia la autodestrucción de un conjunto que, sin contar la banda sonora de “Yellow Submarine” (1969), ya solo editaría dos trabajos más: “Abbey Road” (1969) y “Let It Be” (1970).
The Beatles llegaban tras un 1967 para el recuerdo en el que habían publicado “Sgt. Pepper’s”, una cumbre irrepetible del pop y un brillante testimonio de su visionaria ambición en el estudio.
Entre febrero y abril de 1968, los cuatro integrantes se fueron de retiro espiritual a la India, donde John Lennon y Paul McCartney comenzaron a concebir “The White Album”.
Las sesiones de grabación en Abbey Road durarían veinte semanas y fueron más un martirio que una maratón.
George Martin, mano derecha del conjunto, acabó hastiado ante un proceso con muchas idas y venidas, y Ringo Starr llegó a abandonar durante unos días el estudio.
El resultado de las tensiones en la banda fue una tremenda explosión de estilos musicales en treinta canciones, una atrevida pero dispar exhibición de recursos en el estudio, un traje abigarrado de incontables retales, y un proyecto muy atrevido pero a veces frustrante para el oyente por no tener un hilo conductor claro.
En las aguas de “The White Album” convivían, bajo la portada en blanco de Richard Hamilton, criaturas tan diferentes como el rock contagioso “Back in the U.S.S.R.”, los lamentos melancólicos de “Dear Prudence” y “While My Guitar Gently Weeps”, la luminosa melodía “folkie” de “Blackbird”, el debut como compositor de Ringo Starr en “Don’t Pass Me By” o el grasiento blues de “Yer Blues”.
El disco apuntaba a los extremos, desde el tono jovial y naíf de “Ob-La-Di, Ob-La-Da” a las alucinaciones experimentales de “Revolution 9”.
Aunque el legado más perverso de “The White Album” correspondió, sin pretenderlo, al rock pesado de “Helter Skelter”, tema en el que Charles Manson encontró, al parecer, consignas secretas de un apocalipsis inminente.
Aparentemente lejos del lado más comercial de la banda, “The White Album” fue, sin embargo, número uno en Estados Unidos y el Reino Unido.
Además de la reedición estrella con siete discos, “The White Album” llegará a las tiendas como triple CD y cuádruple vinilo (en ambos casos incluyendo las demos como extra) y como doble vinilo solo con el álbum original con la nueva mezcla de sonido.
David Villafranca / EFE