Un magistrado del Juzgado de lo Penal número 1 de Murcia, España, ha rechazado la denuncia de una menor de 13 años contra su madre y su padrastro por malos tratos porque no resultaba “creíble”, publica 20minutos.es.
Según informa La Vanguardia, la joven acusaba a su madre de haberle tirado de los pelos tras una fuerte discusión y a su padrastro de haberle dado una patada. El motivo de la disputa era que la hija no colaboraba en las tareas de la casa.
El juez, que entendió que no había pruebas suficientes para acreditar estos hechos, reprendió a la denunciante asegurando que “está en una edad difícil, no colabora -como es su obligación- en las tareas de casa, ni obedece y respeta a sus padres, como es igualmente su deber, no soportando las críticas que por su indebido comportamiento le dirigen su madre y la pareja de esta”.
También destaca que “los hijos deben contribuir equitativamente, según sus posibilidades, al levantamiento de las cargas de la familia mientras convivan con ella” y que, si no se cumple esta ayuda, “es lógico que los padres se enfaden y estén molestos con su hija”. Eso sí, “de ahí a que la golpeen y la maltraten va un trecho que hay que acreditar perfectamente antes de dictar una sentencia condenatoria”, remata el magistrado.
Los padres se enfrentaban a una sentencia de 80 días de trabajos comunitarios y una orden de alejamiento de su hija durante un año.