Voy aparentemente a violar la norma de los memorandos que indica que no se debe ventilar mas de un asunto en un solo texto. Y digo aparentemente porque en realidad es uno solo pero que se presentan a la opinión publica como diferentes por aquello de la zamarrería política que nos distingue como pueblo y que al final nos resulta fatal por aquello de la aplicación del principio del “vivo-pendejo” que le cabe perfectamente a nuestros actores políticos, según el cual se piensa que los demás son estúpidos y no entienden los “arcanos superiores de la política”, cuando si alguien esta claro en lo que esta pasando en Venezuela es precisamente este pueblo sufrido, que sabe mas de política que todo el mundo porque está pasando hambre y muerte debido a las acciones de aquellos -del gobierno y de su oposición- que no están pendientes del colectivo sino de sobrevivir a costillas de ellos después de esta tragedia.
Debo disculparme con ustedes por adelantado por lo extenso que pueda parecer este análisis que afecta prácticamente a todos nosotros, porque pareciera que estamos intoxicados con la atmósfera política a la que estamos sometidos a diario al no querer entender que difícilmente saldremos de este infierno que se ha creado en Venezuela en estos últimos 20 años, sin las neuronas bien alimentadas por el oxigeno limpio de quienes viven en el exterior, venezolanos y extranjeros. En otras palabras, en Venezuela todos somos victimas de un secuestro que pocos quieren admitir y cuyas manifestaciones se notan en las decisiones que toman día a día los factores políticos.
El primer asunto del memorando es este Acuerdo de la Asamblea Nacional del 13 de Noviembre de 2018 (Acuerdo con el objeto de impulsar una solución política a la crisis nacional, fortaleciendo las fuerzas democráticas del pueblo de Venezuela con el respaldo de la Comunidad Interna, en http://www.asambleanacional.gob.ve/actos/_acuerdo-con-el-objeto-de-impulsar-una-solucion-politica-a-la-crisis-nacional-fortaleciendolas-fuerzas-democraticas-del-pueblo-de-venezuela-con-el-respaldo-de-la-comunidad-internacional), extraordinaria pieza del colaboracionismo político, que bien puede resumirse en la siguiente frase: no hagan nada desde afuera, nosotros resolvemos. Así no mas, un quitate tu para ponerme yo, como si aquí no hubiera pasado nada, ¿que tal? Este es uno de los Acuerdos mas peligrosos que se hayan realizado en la Asamblea Nacional y que garantiza la continuidad de lo que esta pasando en el país, “hasta que ellos resuelvan”. Nada mas criminal para los que sufren que somos todos.
Indican que frente a la pretensión continuista del régimen después del 10 de Enero, quieren que los sigan apoyando desde el exterior pero dejándolos a ellos resolver el problema aquí sin intervención foránea, para reconciliarnos “sin venganza ni persecución, de un gobierno de paz y reconciliación nacional para iniciar la transformación económica y social de Venezuela”, con elecciones libres porque contamos con “planes de reconstrucción nacional con líneas de acción muy claras”.
¿Que le pasa a esta gente? ¿Creen que un régimen que se ha mantenido a sangre, torturas y muerte permitirá “Condiciones electorales democráticas, de modo que sean posibles unas elecciones generales, en las que puedan participar libremente y con acceso igualitario a los medios de comunicación todos los partidos y candidatos, incluidos aquellos actualmente ilegalizados e inhabilitados por el régimen, organizadas por un nuevo Consejo Nacional Electoral y equilibrado, en fecha y condiciones que garanticen el derecho a elegir de los venezolanos, bajo observación nacional e internacional calificada e independiente”? La Isla de la Fantasía, pues. Pero ¡cuidado! Hay que leer entre lineas lo que no están diciendo estos personajes aquí, y cuales son las verdaderas intenciones encubiertas de quienes todavía son nuestros representantes legítimos de cara a la Comunidad Internacional.
¿Que no están diciendo? Deliberadamente no registran en su Acuerdo la sentencia condenatoria de Maduro del TSJ legítimo de fecha 29 de Octubre de 2018, ni cómo se llenará el Vacío de Poder institucional producido por su condena, y que está presente ahora, y no a partir del próximo 10 de Enero de 2019. Le están enviando un mensaje a los factores decisorios del mundo, sin decirlo abiertamente, que no se metan en Venezuela y que están dispuestos a negociar elecciones con el régimen, trasladando para alguna fecha futura del 2019 una solución electoral de la grave crisis que tenemos ahora, dejando de lado deliberadamente la sentencia de la Sala Electoral del TSJ legitimo del 13 de Junio de 2018 según la cual se prohíben hacer mas elecciones en Venezuela sin un cambio radical del sistema electoral por estar completamente distorsionado y corrompido. Eso es sumamente grave.
Y esto me lleva al segundo asunto del memorando del comienzo, la carta de María Corina Machado a los mandatarios de China y Rusia, hábilmente alabada por el columnista Jesús Seguías en el Nuevo País (ver Las tres cartas de María Corina, El Nuevo País https://elnuevopais.net/2018/11/13/las-tres-cartas-de-maria-corina/).
Es muy difícil creer que esa nueva apertura de María Corina Machado hacia un convenimiento con los factores que sostienen al régimen desde el exterior no tenga que ver con su nuevo posicionamiento electoral ganador en las encuestas. Claramente no existe en este momento ningún liderazgo político que compita con MCM. Y posiblemente nadie se lo merezca mas. Pero lo cierto es que coincide con las pretensiones electoreras de los partidos que suscribieron el Acuerdo de la Asamblea Nacional del 13 de Noviembre; y es allí donde factores opositores distantes coinciden en el mismo objetivo final: un proceso electoral negociado. Unas posibles elecciones producto de un dialogo en las condiciones indicadas en ese Acuerdo del 13 de Noviembre, contaría con todo el espectro político opositor venezolano, incluyendo a MCM.
Si creemos en el análisis de Seguías, debemos creer también que el Mariscal Petain, el de la Francia de Vichy, tenía razón al negociar con los alemanes, y que el General DeGaulle era un loco suelto que no iba a conseguir liberar a Francia. El grave problema de un país penetrado hasta los tuétanos por los cubanos, rusos, chinos, iraníes, y demás grupos terroristas, que incluso están apropiándose del territorio como está ocurriendo en Amazonas, no se resuelve negociando con los invasores, sino logrando su retiro por una fuerza superior. Eso paso antes dos veces en la historia de Venezuela.
Obligatoriamente se tienen que retirar y ese retiro no puede ser de otra manera sino logrando la presión internacional suficiente, desempolvando la Doctrina de Monroe, con los cañones de la única potencia del continente: los Estados Unidos. Esto lo reafirma la clara posición del Ex Embajador Diego Arria al declarar que todas las intervenciones que han realizado los Estados Unidos en Venezuela defendiéndonos de las pretensiones de potencias extra continentales, han tenido resultados positivos para nuestro país (ver Las intervenciones de los Estados Unidos en Venezuela han sido positivas, en https://www.diariolasamericas.com/america-latina/diego-arria-las-intervenciones-eeuu-venezuela-fueron-positivas-nosotros-n4163445).
China y Rusia han jugado un papel fundamental en el agravamiento de la crisis apoyando al régimen de Maduro al bloquear toda iniciativa de ayuda para Venezuela desde el Consejo de Seguridad de la ONU. Son socios del régimen. Aquí cabe perfectamente la frase de Churchill: quien se humilla para evitar la guerra, se queda con la humillación y con la guerra…
¿Creerá realmente algún opositor venezolano qué Rusia y China apoyarán una transición en Venezuela que les garantice a ellos seguir esquilmándonos? Lo dudo mucho. Porque es eso lo que están haciendo en el Arco Minero. La mejor posición la tienen ellos con el régimen ahora, no en la incertidumbre de un futuro opositor. Aquí no cabe humillarse, sino buscar una solución que incorpore presión de fuerza exterior para expulsar de Venezuela a quienes realmente nos han invadido. Ese nuevo posicionamiento de MCM le hace peligrosamente el juego -aun sin ser deliberado- a los factores en la Asamblea Nacional que buscan perpetuarse mediante arreglos encubiertos con el régimen. Las palabras de Eric Eckvall me llegan de nuevo a la memoria: “Politics makes strange bedfellows – La política hace extraños compañeros de cama”. Los políticos deberían cuidarse de no caer en eso, aun sin darse cuenta…
Y finalmente el tercer aspecto del memorando, que trata de lo mismo de los dos anteriores, y que no es otra cosa que la sucesión presidencial que debe salir del Vacío Institucional de Poder en Venezuela. Si absolutamente todos los factores políticos del país -incluyendo aquellos que no giran alrededor de la MUD/Frente Amplio- insisten abierta o de manera encubierta que la solución debe salir de Venezuela, sin intervención foránea, tenemos que llegar a la conclusión de que padecen de un Síndrome de Estocolmo colectivo, lo que implicaría que no se les puede tomar en cuenta para lograr una solución para Venezuela, quedando los venezolanos solamente dependiendo de las decisiones que se tomen desde el exterior para lograr la expulsión del régimen. En lo personal creo que llegamos a ese punto desde hace tiempo. NO EXISTE SALIDA ELECTORAL EN VENEZUELA, NI SE PUEDE NEGOCIAR CON DELINCUENTES.
La Asamblea Nacional ha dicho claramente con ese Acuerdo que NO DESIGNARA UN NUEVO GOBIERNO DE TRANSICIÓN como le fue exhortado por el TSJ legitimo el 2 de Julio de 2018 al declararse el Vacío Absoluto de Poder en esa fecha, antes de la sentencia de Nicolás Maduro Moros; y menos aun lo hará ahora que fue dada una sentencia firme por corrupción propia y legitimación de capitales. Si no lo hicieron antes, con una sentencia del TSJ legítimo menos lo harán ahora que tienen todo el expediente en sus manos. ¿Razones? Muchas, comenzando por ese posible Síndrome de Estocolmo, aunado a las aspiraciones presidenciales de los principales lideres opositores, pasando por la amenaza que representa la investigación de la corrupción del caso de Odebrecht para todos ellos.
Si los venezolanos apoyan a los lideres políticos de la Asamblea Nacional “fortaleciendo las fuerzas democráticas del pueblo de Venezuela con el respaldo de la Comunidad Interna” como indica Acuerdo del 13 de Noviembre -léase bien eso de la “Comunidad Interna” en contraposición a la Comunidad Internacional- entonces la solución de la crisis no tendrá fin, porque ese Acuerdo deja afuera la intervención que por fin terminó de acordar para nosotros la Comunidad Internacional cuando se termino de convencer que la necesitábamos, al ver correr la sangre de nuestros muchachos en las calles de Venezuela, y el sufrimiento de cientos de compatriotas dentro y fuera de las mazmorras del régimen.
Los ciudadanos tenemos el derecho de concurrir a los órganos jurisdiccionales cuando no vemos respuesta de quienes detentan los órganos de representación del Poder Público a nuestras solicitudes, y eso hemos hecho al solicitar que el TSJ legitimo proceda de inmediato a la designación de un nuevo gobierno ante el Vacío de Poder que deja Maduro (ver solicitud completa en https://tinyurl.com/y7x87ldb).
Tenemos esperanzas que ese respaldo que sin ninguna vergüenza le pide la Asamblea Nacional a la Comunidad Interna, se lo endose el pueblo venezolano al TSJ legítimo para el nombramiento inmediato de un Gobierno de Emergencia Nacional que coordine desde el exterior las acciones necesarias para la liberación de Venezuela de las potencias extra continentales que nos invadido a instancias de un régimen que entrego el país. Al menos ha sido el único Poder legítimo de la República que ha entendido en los hechos que no se negocia con terroristas y delincuentes, sino que se les repudia y se les condena a prisión.
Caracas, 14 de Noviembre de 2018