El equipo de 15 agentes de saudíes que asesinó al periodista Jamal Khashoggi en el consulado de Estambul intentó forzar al reportero a enviar un mensaje a su hijo Salah, residente en Arabia Saudí, asegura hoy el diario turco Hürriyet.
Según este periódico, que no aclara sus fuentes, las grabaciones existentes muestran que el equipo saudí, que esperaba a Khashoggi en el consulado el pasado 2 de octubre, le intentó obligar a enviar un mensaje a su hijo, si bien no ha trascendido cuál sería el contenido de la misiva.
Khashoggi se negó y empezó una discusión a gritos, que terminó cuando los agentes empezaron a asfixiar al periodista con una cuerda de plástico o una bolsa, agrega el citado diario, según el cual existe una grabación en la que se pueden escuchar los jadeos de la víctima.
No está claro qué instrumento se usó para el asesinato y para qué debía servir el mensaje, señala Hürriyet, especulando con la posibilidad de que el objetivo era utilizarlo para dar una coartada al equipo asesino, que, según todos los indicios recabados por los investigadores turcos, ya había planificado el homicidio.
Esto también se desprende del hecho de que justo después de morir Khashoggi, los agentes no mostraron ningún nerviosismo o inquietud, como habría sido normal de haber sido una muerte imprevista, sino que procedieron con tranquilidad a la tarea de deshacerse del cadáver, agrega el diario.
La fuente asegura saber que antes del suceso, el equipo ya había contactado con Salah Khashoggi, que finalmente apareció en prensa el 23 de octubre, estrechándole la mano al príncipe heredero, Mohamed bin Salman, al que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos considera el principal responsable del asesinato, según la prensa estadounidense.
Dos días más tarde, Salah Khashoggi abandonó Arabia Saudí y viajó a Estados Unidos.
EFE