Los partidarios del presidente obrero, (y decimos partidarios para que suene a gentío, aunque solo se trató de los miembros subpagados del Frente Francisco Miranda), decidieron “celebrar” el cumpleaños de Nicolás Maduro de una forma creativa, o al menos lo intentaron, ¡cónchale!
LaPatilla.com
La Plaza Caracas fue el lugar escogido para picarle una torta al mandatario (que por supuesto no se comió, pero es una cosa simbólica, vale) y montar un performance que solo se les pudo ocurrir a verdaderos revolucionarios: formar una pizarra humana que intentó imitar a duras penas la imagen de Maduro (sí, así como lo lees).
La cuestión es que la representación no resultó ser muy fiel al modelo original (cosa que nadie reprocha) y ya hay varias teorías al respecto:
a) Necesitaban más “simpatizantes” para efectuar mejor tal actividad
b) Pensaron que con ponerle bigote bastaba
c) Hay que tener un sexto sentido revolucionario para apreciar a plenitud tan magna obra de arte
En fin, sea cual sea la causa, no puede ponerse en dudas su fidelidad al presidente obrero. Cómo alguien dijo una vez: La intención es lo que cuenta.