Lo decíamos este jueves. El caso Andrade no es un caso cualquiera. Andrade sabe mucho. La información de Andrade mueve fortunas. Por ello el Ministerio Público ha reaccionado como reaccionó. Lo que hable Andrade. Lo que diga Andrade. Todo impacta en el poder chavista. Impacta en el poder madurista. En la totalidad. Andrade es la boliburguesía en esencia. De los tiempos de Chávez. De estos tiempos de Nicolás Maduro. Alejandro Andrade es la expresión de miles de millones de dólares. Es un rostro. De los principales del saqueo que sufrió el país.
Por Juan Carlos Zapata / KonZapata
Alejandro Andrade lo hizo con el chavismo. Y Andrade también lo hizo con factores del capital. Con operadores financieros. Con asesores. Esos que se rasgan ahora las vestiduras y dicen hoy que no conocen a Andrade. Que nunca lo conocieron. Pero en el FUS, antes de llegar a la Tesorería Nacional y al Bandes, lo enseñaron a cómo saltarse la legalidad. Como bien dijo una fuente del poder: Para complacer a Chávez inclinado siempre a repartir. A derrochar. Andrade lo obedecía. Andrade lo complacía. En cosas de dinero y en muchas otras cosas, algunas muy íntimas.
Escuchen el tono del fiscal General de Nicolás Maduro, Tarek William Saab. Escuchen cómo habla de Alejandro Andrade. “Este delincuente”. “El delincuente Alejandro Andrade”. Ese. El mismo que en tiempos de Chávez lo armaba todo en la Tesorería Nacional es ahora un factor de riesgo para todo el poder. “Este delincuente internacional”. Ahora lo es. Y ahora la Fiscalía solicita la extradición desde los Estados Unidos. Muy tarde ya. Estados Unidos no lo entregará. Andrade es un trofeo. Un valioso trofeo. El más valioso de todos los que ha obtenido hasta ahora. Que conoce los secretos del mismo Chávez.
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