En reciente fecha el nombre de Amancio Ortega irrumpió positivamente en las noticias financieras del mundo, su grupo textil, Inditex (Zara), empresa que cofundó, le reportará dividendos para este año de 1.386 millones de euros y empresa de la cual posee el 59,294 % del capital.
A sus 82 años, el dividendo que cobra de Inditex, sumado al valor de su participación en la compañía y sus inversiones inmobiliarias lo convierten en el dueño de la mayor fortuna de España y la sexta del mundo, según el ranking en tiempo real de Forbes.
“Un ser humano no puede ser tan inteligente, tan poderoso o tan prepotente como para hacer él solo una empresa de este calibre”.- Amancio Ortega
Confiesa que uno de sus secretos es aplicar, como método de vida, la filosofía kaizen, orientada a la mejora continua de los procesos de gestión para eliminar las principales ineficiencias de las organizaciones.
“Yo nunca me quedaba contento con lo que hacía y siempre he intentado inculcar esto mismo a todos los que me rodean”. Explica que la clave está en poner toda la carne en el asador. Dar el alma por un proyecto. Detrás de cualquier éxito hay mucho esfuerzo y sacrificio, es cuestión, dice este empresario español, de sentido común: grandes esfuerzos, grandes recompensas.
Pero cuál es su visión de vida, su concepto de equipo, métodos de trabajo, he aquí alguno de sus testimonios de éxito.
El éxito de Don Amancio en números y en claves
Hasta finales de enero de este año, Inditex registró un beneficio de 3.368 millones de euros. Sus ventas crecieron 9% y llegaron a los 25.336 millones. En el primer dato sobre las ventas online, la firma reportó un crecimiento de 41% en el último año, mismas que ya suponen el 41% de sus ingresos.
Ahora bien ¿cuáles son las creencias y los valores de quien ha estado tras este logro? En sus autobiografías, Don Amancio da a conocer varios de sus secretos que fácilmente pueden ser asumidos como lecciones de éxito y de vida:
* Si no hay crecimiento, una compañía se muere. El crecimiento es un mecanismo de supervivencia. A mi edad siento lo mismo: no se puede dejar de crecer.
* Una empresa, como cualquier persona, está hecha para crecer, mejorar, evolucionar. Cuando ese espíritu se pierde, la empresa empieza a languidecer, a ir para atrás, llegando a estancarse o acomodarse.
* En esta vida, quien no avanza, retrocede. No hay término medio. No es posible quedarse en la misma situación.
* La competencia mejora y gana terreno cada día, y aparecen nuevas iniciativas. Todo ello supone una amenaza para la cuota de mercado.
* Sin una filosofía de crecimiento, ya sea de producto, de mercado o de lo que sea, es muy difícil que una empresa pueda sobrevivir.
* Cuando el dinero se convierte exclusivamente en el fin y no en el medio es fácil que una empresa, antes o después, haga aguas y se venga abajo.
* Cuando todo tiembla alrededor, aparecen muchas dudas, y si uno no tiene unas convicciones fuertes y profundas, es fácil desistir.
* Sin compromiso, sin orgullo de pertenencia con la causa, no hay excelencia.
* Los éxitos son siempre colectivos.
* Para ser feliz no hay que ser extravagante.
* La autocomplacencia es uno de los mayores riesgos en cualquier negocio.
Cultura y Compromiso
Cuenta este empresario que su carrera en el mundo textil comenzó a la edad de catorce años, en La Coruña, cuando se convirtió en empleado de dos tiendas de ropa. Sus rasgos característicos y que le han permitido crecer hasta llegar a donde se encuentra hoy, señalan sus biógrafos, han sido, el perfeccionismo y su poder de observación.
Sobre su éxito sostiene que es el de todos los que colaboran y han colaborado con él. “Un ser humano no puede ser tan inteligente, tan poderoso o tan prepotente como para hacer él solo una empresa de este calibre”.
Ratifica que no hay líder sin equipo, pero ¿qué busca Ortega a la hora de conformar su equipo? Su respuesta: “Siempre he buscado gente que encaje en la compañía, que comprenda bien nuestros valores. Sin compromiso, sin orgullo de pertenencia con la causa, no hay excelencia”.
Una vez que conformas tu equipo con gente comprometida, que cree y profesa tus valores, para Amancio, el afecto aparece como una condición vital. Es más, es una política y una obligación querer a quienes trabajan para él.
No son incompatibles la exigencia y el tacto, la disciplina y el cariño, la rectitud y la amabilidad. Es posible un “liderazgo por afecto”.
“Yo quiero una empresa con alma, formada por personas con alma. El verdadero éxito de esta empresa, insisto en ello, es la gente que tenemos”.
Beneficios con propósito
Para el creador de Zara, todo en la vida tiene un propósito, sostiene que no vale la pena ser empresario sólo para ser rico. El dinero no es el fin, es el medio que, entre muchas cosas, evitará el fracaso.
A la hora de emprender un negocio es importante que exista una fuerte sintonía entre lo que sientes y lo que haces, es decir, que desarrolles algo con lo que te sientas plenamente identificado. Dice que los negocios siempre deben tener beneficios, pero los beneficios siempre deben tener un propósito.
Este multimillonario español, sexto en el ranking mundial de Forbes, no se puede caer en la autocomplacencia. No debes bajar la guardia jamás, siempre alerta y enfocado.
El propio Ortega apunta: “En esta compañía nunca nos hemos confiado, ni en aquellos años en los que dábamos los primeros pasos, ni ahora que tenemos tiendas por todo el mundo. Hay que tener siempre un afán de superación y una constante capacidad de crítica. Siempre pensé que para triunfar teníamos que poner la organización boca abajo cada día”.
Para quien tiene el mundo a sus pies, la autocomplacencia es uno de los mayores riesgos en cualquier negocio.
La competencia nunca es tan mala
Recomienda Don Amancio no subestimar a nadie, todo lo que nos rodea es competencia. Reflexiona que si la competencia fuese tan mala como algunos piensan, simplemente no existiría. “Pensar en que no se tiene competencia es una ingenuidad”, porque aunque exista una diferenciación, directa o indirecta, siempre hay alguien ofreciendo productos y servicios similares.
Advierte que, hoy día, hasta un freelance trabajando desde su casa, puede ser competencia. Otra clave que apunta el cofundador del emporio textil Inditex, es saber gestionar los cambios, vivimos en un mundo cambiante, los gustos de los consumidores cambian, las tendencias cambian, y quien no sabe gestionar el cambio acaba desapareciendo.
“Ignorar o despreciar a terceros son dos de los mayores errores que se pueden cometer. Y a menudo se cometen”.
Amancio Ortega, primera fortuna de España, es hoy un referente de éxito, la mejor muestra de ejemplo y legado para cosechar el éxito propio. Un hombre que hace de una práctica diaria y cotidiana valores como convicción, exigencia, sencillez, mejora continua y bondad.
María Inés Morán
@coachmimoran