En medida de protesta, taxis circulan vacíos en La Habana

En medida de protesta, taxis circulan vacíos en La Habana

Los conductores van por el lado izquierdo de las calles, alejados de las aceras, donde esperan los clientes. (14ymedio)

 

“Voy para el hospital, que tengo la presión alta”, “estoy de camino a buscar unos clientes”, “mi mujer me llamó porque tiene un dolor”, eran algunas de las justificaciones que daban este viernes los conductores de taxis colectivos cuando un inspector los paraba por circular vacíos. Este sábado el pulso con el Gobierno continúa en La Habana, en el segundo día de huelga de transportistas, reseña 14ymedio.

Por 48 horas la ciudad más poblada del país ha sido escenario de un inusual paro laboral, protagonizado por los choferes de almendrones, los viejos vehículos del siglo pasado que son vitales para el transporte de pasajeros. La protesta intenta echar atrás un paquete de regulaciones que entró en vigor este 7 de diciembre que impone estrictos controles al sector.

Rutas obligatorias, mayor supervisión sobre la compra de combustible, la filiación a una piquera y el deber de tener una cuenta bancaria para adquirir las piezas de repuesto, la gasolina o el diésel, además de mantener un depósito correspondiente al pago de dos meses de licencia, son algunas de las normas de la nueva legislación que han provocado el actual malestar.

El Gobierno ha respondido al paro reforzando las rutas de ómnibus estatales con nuevos carros, pero las aceras siguen llenas de personas que hacen señales a los taxis que pasan, con poco o ningún resultado.

“Como le dijeron a muchos taxistas que les iban a confiscar el carro si no trabajaban, decidimos salir pero no recoger pasaje”, cuenta Yunior, un conductor de 24 años que este viernes fue inspeccionado por dos policías en las cercanías del parque El Curita en Centro Habana. “Me querían llevar para la estación pero les dije que iba a buscar el cakepara el cumpleaños de mi hija y por eso no podía montar pasajeros”, cuenta a 14ymedio.

Supuestos familiares enfermos, urgencias que obligan al conductor a regresar a casa, gestiones que no pueden dejar de hacerse y hasta un presunto desperfecto técnico que requiere ir al taller, son otras de las justificaciones que esgrimían los conductores cuando la policía o los inspectores les cuestionaban por circular sin pasajeros.

En las principales avenidas de la ciudad el volumen de taxis privados ha sido inusualmente bajo en las últimas 48 horas y muchos de los que se movían por las calles lo hacían por la senda izquierda, alejados de la acera. Los desesperados transeúntes han debido optar por caminar o tomar un abarrotado ómnibus.

Otros conductores prefieren métodos menos confrontativos y han seguido en servicio pero bajo sus propias reglas. Algunos conductores solo recogen pasajeros en viajes preacordados que no sean por las rutas regulares. Las calles secundarias, por donde es poco frecuente ver a estos taxis colectivos debido al mal estado de las vías, llevan varios días con un mayor tráfico de taxis colectivos.

“No puedo arriesgarme a perder mi licencia porque de esto come mi familia, pero estoy moviéndome por dentro de El Cerro y evitando las calzadas”, cuenta Augusto, otro chofer que se sumó a su manera al paro. “Estoy boteando nada más dos o tres horas diarias y aunque es una gran afectación económica para mi bolsillo, es lo menos que puedo hacer por los otros que sí están haciendo la huelga cien por ciento”.

Rafael Alba, un taxista que fue detenido el pasado miércoles y al que la policía advirtió que confiscaría su vehículo si no salía a trabajar, amaneció el 7 de diciembre con una patrulla policial al frente de su casa para verificar que salía a recoger pasajeros. Este diario no ha podido volver a comunicar con él, pues su teléfono está “apagado o fuera del área de cobertura”.

“Es duro, pero hoy les toca a ellos y mañana puede ser a nosotros”, opina Julio Marrero, un ingeniero de 52 años que labora en el sector por cuenta propia en un negocio de fotocopia de documentos. “He tenido que caminar grandes tramos porque no hay transporte, pero los boteros están en su derecho de hacer esta huelga porque si no la hacen, el año que viene les llueven peores medidas”, asegura.

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