El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, será operado finalmente el próximo 28 de enero para retirarle la bolsa de colostomía que carga desde el atentado que sufrió durante un mitin callejero en septiembre, informó este jueves su cirujano a la prensa brasilera.
AFP
La intervención estaba prevista en un principio para este miércoles, pero el equipo médico que lo atiende en el hospital Albert Einstein de Sao Paulo decidió a finales de noviembre postergarla, tras detectar “una inflamación del peritoneo y un proceso de adherencia de las asas intestinales” en la última revisión.
El excapitán del Ejército, de 63 años, regresó este jueves al centro para someterse a otro control, en el que se decidió marcar la intervención para el 28 de enero, después del Foro Económico de Davos, Suiza.
La cumbre, que se celebrará del 22 al 25 de enero en Suiza, podría ser uno de los primeros viajes internacionales que realice Bolsonaro como presidente, después de que asuma oficialmente el poder el próximo día 1° con una ceremonia en Brasilia.
“Esa es su disponibilidad. Ahora no puede ser debido a la toma de posesión del día 1 de enero, después tiene un compromiso fuera de Brasil, al que no puede dejar de ir. Cuando vuelva de ese compromiso, será operado”, afirmó el cirujano Antonio Luiz Macedo a la estatal Agencia Brasil.
Tras la intervención, Bolsonaro deberá permanecer en el hospital como mínimo entre cinco y siete días, según explicó el doctor al diario Folha de Sao Paulo, aunque adelantó que podrían ser más.
En total, el tiempo de recuperación para esta intervención de reconstrucción del tránsito intestinal se estima en alrededor de 15 días.
Bolsonaro fue apuñalado en el abdomen el 6 de septiembre durante un mitin de campaña electoral en Minas Gerais (sureste). Fue sometido de inmediato una colostomía, y al día siguiente se acordó su traslado al prestigioso Albert Einstein de Sao Paulo, donde estuvo hospitalizado durante 23 días y pasó por un segundo proceso quirúrgico. Su agresor fue detenido.
Tras su breve visita este jueves a la capital financiera de Brasil, adonde llegó acompañado de su esposa y rodeado de las fuertes medidas de seguridad con las que realiza sus desplazamientos, Bolsonaro regresó de nuevo a su residencia de Rio de Janeiro.