El entorno del Barcelona deberá comenzar a planear a futuro después de escuchar las palabras de un jugador clave del equipo. Los de Ernesto Valverde aun intentan acomodarse tras la salida de Andrés Iniesta en julio hacia el Vissel kobe de Japón.
“Me quedan dos o tres temporadas (…) Me gustaría acabar bien, todavía me quedan fuerzas”, aseguró Sergio Busquets, un tapado dentro del once inicial que es fundamental en el manejo del mediocampo.
Así lo consideró tras cumplir 500 partidos con la camiseta azulgrana. El mediocampista de 30 años cree que su salida del equipo está cerca, pese a que continúa siendo indispensable para el plantel. De los 24 partidos disputados hasta el momento en la temporada jugó 23.
De cumplir con su palabra, quedarían dos años más de Sergio Busquets en el Barcelona. El catalán renovó contrato con el conjunto culé hasta junio del 2023 con una cláusula de rescisión de 500 millones de euros y la directiva azulgrana confía en que cumpla dicho plazo. Para ese entonces el segundo capitán del equipo alcanzaría los 34 años.
El presidente, José Maria Bartomeu, y sus asistentes ya comenzaron a idear un plan con sus posibles reemplazantes y, hasta el momento, sobrevolaron tres nombres: Oriol Busquets, de las inferiores y que nada tiene que ver con Sergio, Rodri, del Atlético y con un juego muy similar y finalmente Frenkie de Jong, gran talento de Holanda y del Ajax.
Busquets se adueñó del centro del campo con la confianza que le depositó Pep Guardiola, quien lo escogió sobre Yaya Touré en la temporada 2008-2009. En 10 años se convirtió en uno de los referentes silenciosos del equipo y marcó un antes y un después en la zona central junto a Xavi Hernández y Andrés Iniesta, jugadores ya emigrados del club.