En las casas no hay luces que iluminen el frente y de los tradicionales fuegos artificiales no queda ni el eco. Solo mirar el calendario que señala el mes y la fría brisa que recorre las calles y avenidas de la ciudad da cierta certeza de que el mes es diciembre. As´lo reseña laverdad.com
El verde y rojo no llegó a muchos hogares en la ciudad, y la preocupación de comprar un “arbolito” nuevo de Navidad para sustituir ese viejo y feo que está en la casa fue cambiada por la inquietud de comprar alimentos para comer en el día.
En la calle el espíritu de navideño parece que se marchó, ya que para muchos marabinos en la actualidad no hay Navidad en ninguna parte de la ciudad.
Según Joel Mejía, vendedor de flores en la Plaza Baralt, aseguró que la celebración de la época queda desplazada porque en la actualidad hay otras urgencias en los hogares venezolanos. “La gente no compra nada de Navidad y no se preocupa por otra cosa que no sea lo que va a llevarse a la boca en el día”.
A pesar de la situación personas como María de Silva, ama de casa, siente que sí está en diciembre y se alegra por la llegada de la época y lo que menos le preocupa es qué habrá en el plato navideño, porque para ella lo importante es que haya un plato con comida.
“Yo si me siento feliz y me siento en Navidad a pesar de esta situación tan mala. Y sí voy a comer el día de la Navidad, así sea una arepa con mantequilla, pero como”, aseguró la mujer.
La Verdad preguntó a través de su cuenta de Twitter: ¿Siente usted que hay ambiente de Navidad? De 350 participantes, el 91 por ciento de los encuestados respondió negativamente, mientras que el restante nueve por ciento contestó afirmativamente.
Navidad sin consumo
Rodulfo Gutiérrez, comerciante de la Plaza Baralt, explicó que las ventas de adornos navideños bajó un 90 por ciento este año. “En la calle no hay ambiente de Navidad. Y nadie compra nada porque todo está por las nubes”.
Y es que en la mayoría de los comercios del casco central apenas muestra un adorno para recordar la época. La excepción son los grandes centros comerciales, donde los condominios se esfuerzan por mostrar el espíritu, mas no es así en las tiendas.
Esta Navidad el precio de un árbol nuevo oscila entre los 40 mil y 100 mil bolívares soberanos, todo según la altura de su preferencia. Un paquete de cuatro bambalinas, doradas o de colores, puede salir en 400 bolívares y el de ocho 800. El precio de las guirnaldas es de 300 bolívares y porque es mercancía vieja.
El juego de luces normales, es decir, sin música o alguna función especial además de prender y apagar, puede alcanzar 800 y mil bolívares.
Un pesebre puede costar entre mil 800 y cinco mil bolívares, todo varía, el costo varía según el material y el tamaño o si es usado, nuevo o mercancía vieja, como pasa en muchos casos. Sus adornos como pastores y pozo, casas pueden costar 350, 160 y 600 bolívares respectivamente.
Así se celebra
El papa Francisco recuerda que “Jesús admira la fe en las personas” como en el caso del centurión que pide la curación de su siervo; de la mujer siro-fenicia que intercede por la hija poseída por el demonio o incluso de la dama que, solo tocando el dobladillo del manto de Jesús, se cura de la pérdida de sangre que la afligió. Pero “Jesús, agrega el Papa, reprocha a las personas de poca fe” como Pedro, que duda. “Con la fe todo es posible”.
El sumo pontífice señaló pidió a los feligreses que en la segunda semana de Adviento prepararse con fe para celebrar la navidad. “Es cierto que la Navidad, como todos sabemos, muchas veces se celebra no con tanta fe, también se celebra de manera mundana o pagana; pero el Señor nos pide que lo hagamos con fe y nosotros, esta semana, debemos pedirle esta gracia: poder celebrarlo con fe. No es fácil mantener la fe, no es fácil defender la fe: no es fácil”.