Llenar un tanque de 60 litros cuesta 0,0036 bolívares, lo que significa que una persona en una estación de servicio entrega 1,99 bolívares más si paga con el billete de menor denominación, que es el de 2 bolívares, pues escasean las monedas de 0,50 y 1 bolívar para el cambio. Mientras tanto, el Gobierno sigue sin anunciar ni un dígito del nuevo monto del combustible, y la prueba del “biopago” quedó en el limbo, publica Crónica Uno.
Por Carlos Seijas Meneses @carlosgmeneses
El punto y final de una gasolina prácticamente regalada pareció ponérselo el presidente Nicolás Maduro en agosto, cuando dijo que “debe venderse a precios internacionales”. Sin embargo, ya pasaron más de tres meses y todavía el Gobierno no asoma ni un dígito del nuevo monto que los conductores desembolsarán en las estaciones de servicio.
0,00006 bolívares soberanos es el precio oficial del litro de gasolina de 95 octanos desde el 20 de agosto, cuando entró en vigencia la reconversión monetaria. Hasta el 5 de diciembre, la pieza de menor denominación que quedó para pagar el combustible fue el de 1000 bolívares fuertes. Pero ahora, el billete más bajo es el de 2 bolívares, y como escasean las monedas de 0,50 y 1 bolívar para el vuelto, los conductores terminan pagando más dinero, que al final va al bolsillo del bombero y no para la bomba, y mucho menos para las arcas del Estado.
Llenar un tanque de, por ejemplo, 60 litros, cuesta 0,0036 bolívares, es decir, que una persona entregaría 1,99 bolívares más si paga con el de menor valor. Esto representa un incremento de 55.455,5 %. Pese a ello, conductores coinciden en que el precio sigue siendo muy barato, además de que como ese billete ya perdió poder de compra por la hiperinflación no sirve para nada más que para la gasolina.
“Esto es regalado”, expresó Armando García mientras esperaba por llenar el tanque del carro en una estación de servicio, ubicada en el este de Caracas. Yennifer Linares, otra conductora que aguardaba en la cola, dijo que siempre procura tener billetes de 2 bolívares para no pagar más dinero con otros de mayor denominación.
De copiloto en otro automóvil, estaba Amanda López, quien relató: “El dinero con el que uno paga la gasolina prácticamente es una colaboración para los bomberos. El otro día le di un billete de 50 bolívares a uno y me agradeció, me dijo que es ‘para el cochino’, pero es que realmente eso no es nada”.
López opina que el Gobierno no puede decretar un aumento cuando el salario mínimo y los ingresos no están ajustados a una economía de precios internacionales.
Hasta que no arreglen ese tema, ellos no pueden llevar la gasolina a precio internacional. Si un sueldo mínimo son 4500 bolívares, que no son ni 8 dólares, me pregunto cómo aumentarán el precio de la gasolina a, por ejemplo, 1 dólar el litro”.
Un incremento necesario
A juicio del economista Luis Oliveros, el Gobierno debió aprovechar la entrada del nuevo cono monetario para aumentar el precio de la gasolina, era la ocasión propicia. Pero entre la escasez de efectivo que había en ese momento y el rechazo de una buena parte de la población a ese incremento, no pudo llegar más allá, afirmó el también experto petrolero.
“Buena parte de la población venezolana, la que más ingresos tiene, está en contra del aumento. Hay que recordar que el subsidio de la gasolina es regresivo, no va a favor de la gente que más necesita dinero, sino de las personas que sí tienen plata, que sí tienen vehículos. Lamentablemente, la clase media venezolana es la primera que nunca ha querido que le aumenten el precio de la gasolina, lo ve como un derecho”, dijo.
Añadió que otro factor que incidió fueron las constantes fallas del servicio de Internet que se reportaron durante las pruebas del nuevo sistema de cobro de la gasolina, que impedía el funcionamiento del dispositivo electrónico que manipulaba la Gran Misión Chamba Juvenil.
Desde finales de septiembre los jóvenes abordaban a los conductores para invitarlos a hacer la prueba del “biopago” con el equipo que incluye lector dactilar y de tarjetas de pago, como parte del período de prueba del sistema para el cobro de la gasolina que anunció el Presidente Maduro para el “Programa de Recuperación Económica”.
Oliveros explicó que si bien el aumento es necesario y que se debió hacer hace mucho tiempo, el Gobierno no tiene la capacidad para cobrar el combustible desde el punto de vista de infraestructura, además de que siempre le ha tenido miedo a ese tema de la gasolina.
“El Gobierno debe aumentar el precio, es algo que el país necesita desde los puntos de vista financiero y ambiental, pues Venezuela, entre otras cosas, es la nación que más consume gasolina en toda la región y el ambiente se contamina mucho”, aseguró.