Gustavo Alfaro, un entrenador con amplia experiencia en el fútbol argentino, tendrá desde este miércoles la misión de conducir a Boca Juniors, uno de los clubes más populares, herido después de la dura derrota ante su archirrival River en la final de la Copa Libertadores.
AFP
Nacido en Rafaela (provincia de Santa Fe, centro-este), a Alfaro le llega a los 56 años la gran oportunidad de su carrera como director técnico, luego de un extenso periplo como conductor y también como comentarista televisivo en varias cadenas latinoamericanas. Llega a Boca tras desempeñarse como DT del Club Atlético Huracán.
Tuvo una corta etapa como jugador -era mediocampista- en Atlético de Rafaela, antes de empezar su ciclo como entrenador en el mismo club, al que dirigió entre 1992 y 1995, al comienzo de su carrera.
Con el tiempo, condujo a Patronato de Paraná, Quilmes (lo ascendió a primera en 2003), Belgrano de Córdoba, Olimpo, San Lorenzo, Rosario Central, Al Ahli (Arabia Saudita), Tigre, Gimnasia La Plata, Huracán y Arsenal de Sarandí, club que marcó su carrera y que había sido fundado por Julio Grondona, vicepresidente de la FIFA durante décadas.
Al frente del modesto Arsenal, Alfaro conquistó la Copa Sudamericana 2007, el Torneo Clausura 2012 de primera división, la Supercopa Argentina 2012 y la Copa Argentina 2013, sus cuatro trofeos más importantes como conductor.
“Lo más alto”
Alfaro es hijo de un delegado gremial ferroviario y de una maestra rural y dejó sus estudios universitarios en Ingeniería para dedicarse al fútbol. “Siento que estoy cumpliendo un compromiso con mi viejo (padre) cuando hace mucho tiempo atrás dejaba de lado la Ingeniería Química para dedicarme el fútbol y yo le prometí que iba a llegar a lo más alto”, contó en conferencia de prensa durante su presentación.
Alfaro ya había tenido la chance de dirigir a Boca en 2006, cuando el club era liderado por Mauricio Macri, hoy presidente de la Nación, pero no llegó a un acuerdo y el puesto fue cubierto por Ricardo La Volpe.
La nueva oportunidad le llegó esta vez por impulso de Nicolás Burdisso, exjugador ‘xeneize’ y flamante director deportivo, que decidió ponerle fin al ciclo de entrenadores con pasado en el club auriazul para ir en busca de un director técnico experimentado.
Acostumbrado a trabajar con jugadores de escaso renombre y planteles modestos, esta vez Alfaro deberá conducir a un equipo pleno de figuras, a los que buscará convencer de su estilo pragmático, basado en el orden táctico, la solidez defensiva, la búsqueda de ataque por los laterales y la capacidad para aprovechar jugadas de balón detenido.
“Para mi Boca no tiene purgatorio, es cielo o es infierno, es ganar y salir campeón, esa es la meta” resumió sobre el desafío que asumió.