Ronaldinho y su hermano habían sido condenados en 2015 por la construcción de una plataforma de pesca y una estructura para atracar barcos en el lago Guaíba, en Porto Alegre, capital del estado de Río Grande do Sul. La región es considerada un área de preservación ambiental y ellos no tenían licencia cuando iniciaron el proyecto.
En la sentencia fue determinado el pago de una multa de 8,5 millones de reales (USD 2,3 millones) y que no ha sido saldada hasta el momento. En noviembre de 2018, la Fiscalía intervino en sus cuentas bancarias y encontró apenas 6,61 dólares.
Ahora, el ex jugador del Barcelona debía viajar a Emiratos Árabes, donde había sido invitado en el marco de la 13a Conferencia Internacional de Deportes de Dubai. Pero el juez del Tribunal de Justicia de Rio Grande do Sul le prohibió la salida y ordenando la anulación de su pasaporte.
“A mí me parece que estamos ante una situación donde el condenado claramente se mofa de la Justicia ante la sociedad brasileña y mundial”, afirmó el fiscal Brasilino Pereira dos Santos.
En noviembre, Ronaldinho se encontraba realizando una gira por Asia junto con la empresa Nike, pero la misma tuvo que ser interrumpida cuando la Justicia el informó que le anularían el pasaporte. A pesar de que el ex futbolista regresó a Brasil, aún no ha pagado lo más de USD 2 millones que adeuda.