El artículo, publicado el 1º de enero en el portal de noticias del Vaticano, se titulaba: “Cuba celebra 60 años de la Revolución”. Presentaba: “El histórico aniversario se celebró con una ceremonia oficial en la que participaron el ex jefe de Estado y líder del Partido Comunista cubano, Raúl Castro, junto al actual presidente Miguel Díaz-Canel”. Hasta que de pronto todas esas palabras fueron reemplazadas por:
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De manera misteriosa, mientras el papa Francisco recibía al Circo Nacional de Cuba y hasta participaba en un malabar con una pelota, el 2 de enero, sólo un día después de la publicación, Vatican News eliminaba, sin explicación, su conmemoración de una revolución que comenzó con un fuerte sesgo anticlerical y en 1961 cerró los institutos de educación religiosa y expulsó del país a sacerdotes y monjas.
Fechado en Ciudad del Vaticano, el texto borrado decía:
La revolución cubana cumplió 60 años este 1 de enero de 2019. En la isla, el histórico aniversario fue celebrado con una ceremonia en Santiago de Cuba, en el cementerio de Santa Ifigenia, donde está enterrado Fidel Castro, fallecido el 25 de noviembre de 2016, junto a los principales próceres nacionales. El 1 de enero de 1959 el dictador Fulgencio Batista huyó después de 26 meses de guerra de guerrillas encabezada por los hermanos Fidel y Raúl Castro. Desde Santiago, Fidel Castro proclamó el ‘comienzo de la revolución’.
El acto oficial tuvo lugar en la ciudad oriental De Santiago de Cuba, ‘Cuna de la revolución’, y en él participaron el ex jefe de Estado y líder del Partido Comunista cubano, Raúl Castro, junto al actual presidente Miguel Díaz-Canel y las cúpulas del Partido Comunista y las Fuerzas Armadas.
La nota, firmada por María Cecilia Mutual, hablaba sobre la ceremonia oficial, recordaba los momentos de acercamiento entre Cuba y el Vaticano (los más recientes, las visitas de Francisco en septiembre de 2015 y en febrero de 2016) y mencionaba “la revolución de la misericordia del Papa”, en una suerte de paralelo a la fecha histórica que se recordaba.
Muchos medios de la diáspora cubana se quejaron de la publicación, cuya eliminación nadie logró explicar hasta el momento. “En la nota eliminada también había un subtítulo: ‘El pueblo de Dios en Cuba'”, ilustró Panam Post, que dio gran espacio al caso. “Refiriéndose a Cuba, Francisco dijo que ‘es un pueblo que tiene heridas, como todo pueblo’. Refugiados hay en todo el mundo, sí, pero en el caso cubano la sexta parte de la población se escapó arriesgando su vida, ya que no pueden irse libremente”.
“El texto no se detiene en el enriquecimiento de la cúpula castrista a expensas del pueblo cubano y olvida, de golpe, la persecución y el ensañamiento del régimen a la población católica”, agregó un artículo de CubaNet.
“Llama la atención que el texto fuese eliminado el mismo día que el Vaticano publicó una nota anunciando la cancelación de la procesión anual que organiza la Iglesia católica en Nicaragua, a causa de la persecución política por parte del régimen de Daniel Ortega, aliado de los tiranos de Cuba”, observó Cuba En Miami.
“Debe haber sido un error, debe haber habido una queja”, analizó ante Infobae Andrés Reynaldo, periodista y escritor cubano, director de noticias de America Tevé y columnista de The Miami Herald. “Supongo que acaso hubo protestas de cubanos en el exterior, y por eso las autoridades vaticanas decidieron eliminar el texto”.
Pedro Corzo, también periodista y escritor cubano, presidente del Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo, abundó en la hipótesis del error: “La causa para poner esa nota es incomprensible, dada la distancia histórica entre el Vaticano y el castrismo. El castrismo desplazó de la sociedad cubana al catolicismo, persiguió a los feligreses, impidió la construcción de nuevos templos, acabó con la enseñanza confesional, destruyó los valores cristianos, prohibió la Navidad y la Semana Santa: en síntesis, hizo lo posible por sacar la religión, y en particular la católica, del imaginario cubano”.
Reynaldo señaló que existen complejidades en la historia, tanto de la isla como de la Santa Sede, que hay que tener en cuenta: “Este Papa lleva una política muy indecisa sobre Cuba. Ha dicho cosas lamentables, como que Cuba es la capital de la unidad. Muchos católicos cubanos se sienten abandonados por la jerarquía eclesiástica y por el Vaticano. Desde Juan Pablo II ningún pontífice hizo declaraciones en favor de las libertades en Cuba. De hecho, Francisco fue cercano y amable con Raúl Castro”.
En opinión de Corzo, “el hecho de que haya retirado esa información refleja contradicciones en los niveles superiores de la Iglesia Católica en el Vaticano”. Agregó: “Hay personas que entienden que había que darle una oportunidad al castrismo, recordarlo rindiéndole tributos, y hay otras personas que entienden que no, que en la página del Vaticano no debe haber nada que aluda al castrismo”.
Esas contradicciones, observó a Infobae, hablan de una cuestión histórica: “Algún sector del Vaticano no entiende que el castrismo fue en su momento una especie de religión, en la que Fidel Castro era el dios, en la que él mismo creó su propio Olimpo y su templo. Esas son las razones por las cuales Castro intentó desplazar a la iglesia del sentimiento popular”.
En cierta medida, eso sucedió: “La iglesia católica cubana fue muy activa contra la dictadura, participó denunciando los abusos, colaboró apoyando a quienes la enfrentaban; hubo sacerdotes en la Brigada 2506 [que intentó la invasión en Bahía de Cochinos por Playa Girón] y en las montañas del Escambray, asistiendo espiritualmente”, citó. “Ese rol importante del principio se fue modificando. En los últimos años hemos podido apreciar cómo la conducta de la iglesia se distanció de la fe que el pueblo había depositado en ella”.
Reynaldo profundizó ese punto: “En varios países de América Latina, la Iglesia Católica defendió a los perseguidos durante las dictaduras, mientras la iglesia cubana callaba”, recordó. Su posición, dijo, es muy diferente. “Incluso hoy en día: veamos el papel muy digno de la iglesia en Nicaragua, mientras que la cubana nunca está en el frente de batalla defendiendo lo que debe defender, al pueblo”.
—¿A qué lo atribuye?
—Sospecho que la iglesia cubana hace mucho tiempo ya que fue completamente captada: el gobierno expulsaba a los sacerdotes que eran contestatarios o tomaban la defensa del pueblo, y sólo aceptaba a sacerdotes y monjas comunistas, que los hay a montones. La iglesia se fue transformando, hasta tener figuras de favor oficialista como el obispo Jaime Ortega. En Cuba la Navidad volvió a ser feriado pero cuando había un muerto por razones políticas la iglesia no decía nada, seguía haciendo misas por Hugo Chávez y Fidel Castro.
Una de las muestras de “la sujeción de la iglesia cubana”, ofreció como ejemplo, es que “en 60 años de revolución las autoridades nunca han sacado a relucir un escándalo sexual”. Es un periodo muy largo, y en el cual, coincidentemente, se multiplicaron las denuncias en el mundo, como para que no sea llamativa la ausencia de siquiera un solo caso. “Es una iglesia amordazada”, concluyó.
Entre los practicantes del catolicismo en Cuba que se sienten defraudados por las jerarquías religiosas se hallan las damas de blanco, mujeres que tienen familiares encarcelados por razones políticas. Describió Panam Post: “Vestidas de blanco, van a misa, rezan, piden fuerza y luego salen a marchar. En cada marcha son detenidas”.
El medio también recordó que “al grito de ‘¡Viva Cristo Rey!’ eran fusilados los católicos de un tiro en la cabeza en La Cabaña, la antigua fortaleza española que operaba como guarida de los revolucionarios”. Y que en 1965 se crearon las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), campos de trabajo por los que pasaron 25 .000 personas hasta 1968, sobre todo varones en edad militar que se negaban a hacer el servicio obligatorio por razones de religión o eran rechazados por las autoridades del ejército por ser homosexuales. “‘El trabajo os hará hombres’ era el lema del Che Guevara”, según el medio.
Hasta tal punto en los orígenes de la revolución cubana se consideró a la fe un elemento socialmente negativo que quien profesara el catolicismo (u otros credos) no podían ascender en los rangos del gobierno ni pertenecer al Partido Comunista (PCC).
Con los años, la relación entre La Habana y las autoridades católicas fue mejorando, a partir de la gran crisis que causó en la isla el desplome de la Unión Soviética, conocida como el Periodo Especial. En 1991 el IV Congreso del PCC reconoció la libertad de cultos y terminó con la prohibición de personas con fe en los espacios de poder partidario.
En 1996, Fidel Castro visitó a Juan Pablo II, y ese Papa fue el primero en cumplir una misión oficial en la isla en 1998, en la que fue aplaudido por multitudes de creyentes y dijo una frase de fama instantánea: “Que Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba”. Desde entonces la Navidad volvió a ser una fiesta oficial, se autorizó el ingreso al país de sacerdotes y religiosas y comenzó el ascenso del obispo Ortega en la influencia nacional.
En 2010, Raúl Castro le otorgó un papel protagónico a las autoridades católicas locales en la negociación por la libertad de los presos de la Primavera Negra, 75 opositores detenidos desde 2003. En 2011 Benedicto XVI viajó a Cuba para celebrar los 400 años de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona del país. Y Francisco fue en dos ocasiones: primero en una gira que también lo llevó a los Estados Unidos, para fortalecer la normalización de las relaciones diplomáticas entre los dos países, en las que el Vaticano y Canadá fueron intermediarios durante el gobierno de Barack Obama, y luego para dialogar con el Patriarca Kirill de Moscú y firmar la unidad tras el cisma de 1054 entre las iglesias Católica y Ortodoxa.
Vía Infobae