El jefe de la nueva Iglesia ortodoxa ucraniana, el metropolitano Epifanio, ofició hoy la misa de Navidad en la catedral de Santa Sofía, un día después de recibir de manos del patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, el “tomos” (decreto) que garantiza la independencia de la institución de Moscú.
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A la liturgia de Navidad, retransmitida en directo, asistieron el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, con su esposa e hijos, miembros de su gabinete, el presidente del Parlamento, Andrei Parubiy, y políticos como la ex primera ministra Yulia Timoshenko y el expresidente Víktor Yúshchenko,
En grandes pantallas en el exterior, cientos de ucranianos seguían el servicio en la plaza Santa Sofía que da a la catedral, en la que está expuesto el “tomos” que el patriarca de Constantinopla firmó el pasado sábado en Estambul y entregó el domingo e Epifanio.
La firma del pergamino y su posterior entrega al jefe de la nueva Iglesia ortodoxa autocéfala de Ucrania supone la formalización de la independencia de la institución religiosa de Moscú tras 300 años de subordinación.
El proceso para lograr la independencia del Patriarcado de Moscú se intensificó a partir de 2014 por las acciones militares de Rusia en Ucrania y la anexión ilegal de la península de Crimea.
El primer hito hacia este objetivo se logró en octubre, cuando el Patriarcado universal de Constantinopla (actual Estambul) anuló el decreto que vinculaba la Iglesia ucraniana a la rusa desde 1686.
En diciembre se celebró un concilio de unificación de las Iglesias ortodoxas ucranianas, salvo la que es leal a Moscú, precisamente en la catedral de Santa Sofía.
En ese sínodo se nombró a Epifanio de 39 años jefe de la nueva Iglesia ortodoxa de Ucrania.
La Iglesia ortodoxa rusa y la ucraniana fiel a Moscú rechazaron categóricamente reconocer el concilio y la posterior firma del “tomos” sobre la autocefalia por parte de Bartolomé I.
El “tomos” establece que la jurisdicción de la nueva Iglesia independiente está limitada al territorio de Ucrania, no puede nombrar obispos ni establecer parroquias en el extranjero, y depende de Constantinopla.
EFE