Rodeada de comunidades controladas por las maras o pandillas se encuentra una comunidad, en El Salvador, que a diferencia de sus vecinos cercanos, disfruta de tranquilidad y paz, gracias a fuertes programas de prevención y a un alcalde Mauricio Vilanova que se ha ganado la fama de ser el terror de los delincuentes
Por VOA / Gesell Tobias
Con fusil en mano y a cara descubierta, a lo sheriff de película, Vilanova ha neutralizado la gran lacra que asola el país. A la extorsión y los asesinatos de las maras les hace frente con actos que en otros lugares serían anecdóticos, pero aquí, con más de 6.600 homicidios en 2015, suponen poner una cruz en tus planes de vida.
“El concepto no es solo salir a vigilar con la policía. En el tema de la seguridad hace falta comunicación y lenguaje”, afirma. “En San José no existe la ley del ver, oír y callar sino la del yo veo, yo denuncio”.
Video Voa