El presidente estadounidense, Donald Trump, apuntó este viernes que no tiene previsto declarar una emergencia nacional para construir el muro fronterizo con México “ahora mismo”, dejando atrás días en los que esa decisión parecía inminente.
“Lo que no estamos buscando hacer ahora mismo es declarar una emergencia nacional. No lo voy a hacer tan rápido”, dijo Trump a los periodistas en la Casa Blanca después de reunirse con expertos en seguridad fronteriza.
Trump ha insistido en los últimos días en que “probablemente” va a declarar una emergencia nacional para reasignar fondos militares hacia la construcción de un muro con México, una de sus promesas estrella, debido a la “crisis fronteriza” que vive Estados Unidos.
Desde el pasado 22 de diciembre, Trump ha insistido en incluir fondos para la construcción de la barrera fronteriza en los presupuestos federales, una propuesta que ha chocado frontalmente con la nueva mayoría demócrata en la Cámara Baja.
Ante esta situación, el mandatario ha sopesado la idea de declarar una emergencia nacional para tener la posibilidad de reasignar fondos militares para la construcción del muro, una amenaza que repitió ayer en Texas, en una zona limítrofe con México.
También ha habido críticas por la posibilidad de que con dicha declaración Trump pudiera derivar fondos destinados a las recuperación por desastres naturales como los huracanes que azotaron a Puerto Rico a la financiación del muro fronterizo con México.
No obstante, el gobernante reculó hoy en su intención y pidió al Congreso “que haga su trabajo”, a la vez que reclamó a la bancada demócrata que regrese a Washington y vote.
La mayoría de senadores y miembros de la Cámara de Representantes se han marchado a sus hogares, lejos de Washington, a pesar de que el cierre administrativo parcial entró hoy en su vigésimo primer día.
El plan de Trump para financiar el muro a través de una orden ejecutiva, que inicialmente fue vista como una medida radical entre los republicanos, ha empezado a reunir apoyos entre los miembros de su partido, incluyendo al senador Lindsey Graham, uno de los más influyentes en la Cámara Alta.
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, también se ha mostrado favorable y ha bloqueado las propuestas demócratas de la Cámara Baja para reabrir la Administración.
El Gobierno de Trump afronta desde el 22 de diciembre el cierre del 25 % de la Administración, situación que afecta a unos 800.000 empleados que han dejado de percibir su salario y ha trastocado el funcionamiento de distintos espacios turísticos o las actividades de agencias a las que no se les han asignado nuevos recursos. /EFE