Un asaltante murió este lunes al intentar explotar un cajero automático en un concurrido centro comercial de Montevideo, en un fracasado operativo comando que se suma a decenas de hechos similares en Uruguay.
El Ministerio del Interior dio cuenta del episodio en su página web, con imágenes en las que se observa abundante sangre en el piso, producto de las heridas que dejó la explosión en dos de los cinco delincuentes, uno de los cuales murió en el acto.
Otro de los asaltantes resultó herido de gravedad y se encuentra hospitalizado y detenido, en tanto los otros tres ladrones -todos con pasamontañas, fuertemente armados y con chalecos antibalas- lograron escapar.
“Dos de los cinco delincuentes fueron alcanzados por la onda expansiva provocada, produciendo múltiples heridas a uno de los mismos y el fallecimiento de otro”, señalaron las autoridades en un parte de prensa.
La detonación destruyó las instalaciones de una casa de cambios que albergaba el distribuidor de dinero, en un barrio residencial cercano al Río de la Plata.
Otro intento de robo similar se produjo en el departamento (provincia) de Canelones, limítrofe con Montevideo, sumando a una serie de decenas de robos mediante explosiones a cajeros en Uruguay.
La ola de atracos a dispensadores de dinero llevó a las autoridades a adoptar medidas excepcionales para el uso de estos dispositivos.
En Uruguay, un país que aprobó leyes que fomentan el uso de tarjetas para el pago de bienes y servicios así como la bancarización de las operaciones financieras, ya no se puede recurrir a los cajeros automáticos en horas de la noche, entre las 22H00 y las 06H00 locales, como medida de seguridad ante esta modalidad de atracos.
Además, las autoridades dispusieron el “entintado” de billetes en muchos cajeros, un mecanismo que marca el papel moneda y hace imposible para los atracadores utilizarlo sin dejar rastros.
El país atraviesa una fase de incremento de la violencia, que el año pasado se evidenció en una cifra récord de homicidios.
AFP