379 es el número de enfermeras que se encontraban activas hasta este martes en el Hospital de Central de San Cristóbal. Un número lógicamente bajo para atender al 100 por ciento un centro de salud tipo IV, que requiere al menos mil 500 enfermeras para poder atender alrededor de 400 camas de hospitalización, y más de una decena de áreas que requieren la atención de un profesional de enfermería. Así lo reseña lanacionweb.com
Aunque en la actualidad ya no es un secreto la crisis de personal que atraviesa este centro de salud, quizá no se ha reconocido la intensa labor que deben llevar a cabo los profesionales que no se han marchado y que como ellos mismos lo confiesan cumplen su labor más que por trabajo, por vocación, haciendo énfasis en los tres factores que estarían influyendo en las renuncias del personal: transporte, gasolina y bajos salarios.
Orfelia Valera, coordinadora del servicio de Enfermería del HCSC, explicó que nunca antes se había visto una crisis similar, y es que debido a la ausencia de personal hasta la Unidad de Cuidados Intensivos de Adultos de piso 6 tuvo que cerrarse, incluso la Unidad de Cuidados Intermedios de Emergencia solo tiene funcionando 5 camas de las 9 disponibles.
“El éxodo masivo de enfermeras especialistas también ha afectado la UCIN, URN y UPN, pues en las noches solo hay una enfermera para atender las 5 cunas en funcionamiento, cuando lo ideal es la relación uno a uno”, dijo.
Pero a la acentuada diáspora de personal que atraviesa el Hospital Central, se le suma el hampa común, y es que además del enorme esfuerzo que realizan las enfermeras que aun laboran en el centro de salud, estas también deben luchar contra la delincuencia que ha afectado el centro asistencial.
Es por ello que la profesional de enfermería, instó a los cuerpos de seguridad del estado a abocarse a proteger este centro de salud. Sin importar si son de la policía, de la GN o de la milicia, para Valera lo que realmente importa es que les puedan prestar apoyo al centro de salud donde acuden todos los tachirenses a recibir atención médica.
Asimismo, Carlos Ferreira, enfermero del Hospital Central hizo mención de la ardua labor que a diario deben llevar a cabo, porque además de la evidente sobrecarga de trabajo que tienen los 379 profesionales de enfermería que laboran en el recinto hospitalario, también deben batallar con las agresiones de los familiares, que reclaman una mejor atención por parte del personal, que es insuficiente.
“Resulta que el personal que está laborando en este momento en el hospital lo que hace porque por vocación, porque quienes han renunciado no es solo por el sueldo sino también por la crisis del transporte que agudiza aún más la situación. El personal que sale a la 7 de la noche no tiene como trasladarse para ir a Rubio, San Josecito, Cordero, Palmira, y es por ello que prefiere renunciar”.
Para Ferreira otro factor que estaría influyendo en la renuncia de las enfermeras en el HCSC, es que aquellos que tienen vehículo necesitan 3 o 4 días para surtir combustible y ese tiempo no lo tiene un profesional de enfermería. “Si uno va a estación de servicio y se identifica como enfermero, a ellos no les importa, igual tenemos que hacer cola y es por eso que estamos planteando un salvoconducto para poder colocar gasolina.
Para ambos profesionales de la enfermería, Valera y Ferreira la sobrecarga de trabajo podría estar influyendo en la diáspora de profesionales en el centro de salud, es por ello que ambos exhortaron al Gobierno Nacional, para que les ayude a enfrentar esta lucha y es que, aunque ya el MPPS logró la doble contratación, no es suficiente. “Por ello es que pedimos que envíen al centro hospitalario un presupuesto justo para poder brindar una buena atención, y que además de ello les pueda otorgar un salario digno a todo el personal del Hospital”.