Dicen que estos nacimientos tienen algo de magia y que los niños serán afortunados en el futuro. No obstante, más allá de la creencia popular, los bebés enmantillados dan forma a un tipo de parto muy particular donde los pequeños llegan al mundo con la bolsa amniótica intacta: un hecho excepcional que siempre llama la atención.
Lo llaman también parto velado o incluso nacer con “el velo veneciano”. Según los expertos este tipo de nacimientos son extremadamente raros, 1 por cada 80.000 nacimientos. Si este hecho ya es de por sí curioso, se le añade además el factor de que a día de hoy los partos son cada vez más protocolarios, con lo cual, se limitan aún más las posibilidades de un parto natural donde todo acontezcan este tipo de hechos.
Los bebés enmantillados en esta era de las cámaras y las redes sociales siempre son noticia. De ahí, que casi todos hayamos visto ya más de un vídeo de estos nacimientos donde nos fascina por encima de todo, esa calma que el bebé nos demuestra desde su bolsa. Como si no tuviera ganas de atravesar ese velo, deseando quedarse quizá un poco más en ese mundo de paz y equilibrio.
Fuente: Eres Mamá