El hombre de 31 años que se defendió y asfixió a un león de montaña cuando lo atacó en una pista de jogging en Colorado la semana pasada, describió el jueves cómo mató al gran puma al pisar su garganta durante una lucha de vida o muerte.
Por: Infobae
Hablando por primera vez públicamente desde el incidente del 4 de febrero que lo dejó con laceraciones aún visibles en el cuello y la cara, Travis Kauffman describió para los reporteros el desgarrador encuentro de tres minutos que pudo haber terminado con su vida.
Kauffman dijo que estaba corriendo en el espacio abierto de Horsetooth Mountain, a unas 65 millas al noroeste de Denver, cuando escuchó el susurro de los pinos y giró la cabeza solo para encontrarse cara a cara con un puma joven.
“Me sentí entregado al ver a un león de montaña”, dijo en una conferencia de prensa en Fort Collins, Colorado, donde el consultor ambiental vive con su novia.
Kauffman levantó los brazos y le gritó al puma, pero el animal se abalanzó contra él y lo mordió su muñeca derecha y le arañó la cara. Sus intentos de detener el ataque del depredador con palos y golpeándolo en la cabeza con una piedra fueron en vano.
En última instancia, fue capaz de sujetar al puma y poner el pie en su cuello y ahogarlo hasta que dejó de respirar. Durante la lucha, se preocupó de que otro puma viniera y se uniera a la pelea.
“Mi respuesta de miedo se convirtió en más de una respuesta de lucha”, dijo el hombre, aun con heridas visibles en su rostro.
Los leones de montaña, también conocidos como pumas o panteras, son nativos de América y su rango se extiende desde el Yukón canadiense hasta la punta de América del Sur, según la Federación Nacional de Vida Silvestre.
Sin embargo, los ataques de puma en humanos son raros, con menos de 20 muertes reportadas en América del Norte durante los últimos 100 años, según el sitio web Colorado Parks and Wildlife.
Hay entre 4.500 y 5.500 leones de montaña en Colorado, y desde 1990 el estado ha visto a 16 personas heridas y tres muertas por ataques de leones de montaña, informó la agencia.
Kauffman, que mide 1.77 metros y pesa alrededor de 70 kilos, dijo que tenía “cero” artes marciales o entrenamiento de lucha, y actuó exclusivamente con adrenalina. “Las decisiones fueron bastante instintivas”, agregó.
Las heridas en su cara, cuello, muñeca y piernas requirieron más de 20 puntos de sutura. Kauffman admitió que tuvo suerte de sobrevivir al ataque sin lesiones permanentes.
“Debería ir a comprar un montón de boletos de lotería”, bromeó.