El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, dijo este viernes que es “optimista” sobre la posibilidad de organizar el Mundial de Catar-2022 con 48 equipos, en vez de los 32 previstos, aunque admitió que “no es fácil”.
“Soy optimista, ¿pero si sería fácil? No, no será fácil, tengo que ser sincero”, declaró el presidente de la Federación Internacional de Fútbol en una conferencia de prensa en Estambul, al término de una cumbre ejecutiva de tres días en la capital económica de Turquía.
La FIFA decidió aumentar de 32 a 48 el número de equipos participantes en el Mundial de 2026, pero Infantino defiende que se pueda adelantar la ampliación ya a la edición de Catar 2022.
Con la vista puesta en ese objetivo, la FIFA realiza actualmente un estudio de viabilidad sobre esta cuestión. Su decisión debería anunciarse a mediados de marzo en una reunión de su consejo en Miami.
Infantino ha hablado en varias ocasiones de la posibilidad de organizar partidos de ese Mundial en países limítrofes, pero actualmente hay una crisis diplomática que enfrenta a Catar con sus vecinos, principalmente Arabia Saudita.
“No soy tan inocente como para ignorar la situación política en la región”, insistió este viernes Infantino, subrayando que pese a todo el fútbol puede “realizar milagros”.
Tomando como ejemplo el Mundial-2026, que será coorganizado por Canadá, Estados Unidos y México, Infantino recordó que mientras hay “debates sobre la construcción de un muro” entre Estados Unidos y México, “esos dos países van a trabajar juntos” para el torneo estrella del fútbol.
Infantino, único candidato para su reelección al frente de la FIFA, en junio en París, tiene otros proyectos que han generado controversia, especialmente un Mundial de Clubes ampliado y una Liga Mundial de Naciones, dos ideas criticadas por la UEFA.
“Por nuestra parte, no hay ninguna tensión con la UEFA”, relativizó Infantino el viernes. “A veces puede que haya opiniones divergentes en las conversaciones, pero es algo normal”.
Por su parte, Infantino celebró además la liberación esta semana en Tailandia del exfutbolista bareiní Hakeen Al Airabi, que reside en Australia y al que su país natal reclamaba por una condena de diez años de prisión por daños a un puesto de policía. Al Airabi niega los hechos y dice haber sido perseguido por sus posiciones políticas.
AFP