Vecchio: El exilio nos sirvió para armar la estrategia contra la dictadura de Maduro

Vecchio: El exilio nos sirvió para armar la estrategia contra la dictadura de Maduro

Carlos Vecchio, representante en Estados Unidos del presidente encargado venezolano Juan Guaidó. Foto: REUTERS/Jim Bourg, 15/02/2019, Washington (EEUU).

 

Han pasado cinco años desde que el ahora encargado de negocios del gobierno interino de Venezuela, Carlos Vecchio, salió de forma clandestina de su país. Es la edad que va a cumplir su hijo que nació en el exilio. Llegó con su familia a Doral, en el sur de Florida, sin demasiada planificación “porque una cosa es hacer estrategias y escenarios en frío y otra tomar decisiones en caliente, cuando tienes que correr”, dice ahora, sentado en una oficina que le presta Visión Democrática, una organización creada para atender a la diáspora.

Vecchio fue nombrado la voz principal de Venezuela en Estados Unidos y aceptado como tal por la administración de Donald Trump el pasado 27 de enero. El segundo a bordo del perseguido partido opositor Voluntad Popular, ahora es el responsable de articular la diplomacia del gobierno encargado en Venezuela con EEUU. Todo es producto de un trabajo silencioso que él y otros políticos exilados han hecho en este país.

En entrevista con Univisión Noticias en Washington, cuenta qué fechas y momentos fueron clave para lograr la posición donde ahora está la oposición al régimen de Maduro. De la misma forma habla sobre su vida en la ciudad de Doral y el impacto que esto tuvo en acercarse al exilio y al senador republicano Marco Rubio. También explica cómo se imagina el 23 de febrero en Venezuela.

Varias cosas lo sorprenden esta tarde: “El apoyo tan grande que hemos recibido” y los cinco años transcurridos. “Nunca me imaginé tener que salir de mi país por persecución política”, explica. Cansado, ya sin saco, luego de la jornada matutina de la Conferencia Mundial para la ayuda humanitaria en Venezuela que se realizó en la sede principal de la OEA, recibía a periodistas y equipos de trabajo por turnos.

Una ilegitimidad que resultó clave

-¿Qué hechos y fechas han sido clave para que la oposición a Maduro llegara a donde está ahora?

-La reelección ilegítima de Maduro el 20 de mayo de 2018 fue clave para todo esto que hemos logrado. Porque allí se sentencia la ilegalidad de su mandato, se desconoce dentro de Venezuela pero, también en el ámbito internacional. Entonces ahí pensamos ‘Aquí hay una oportunidad de cara al 10 de enero de 2019 (día que constitucionalmente corresponde juramentar al nuevo presidente electo)’. Decidimos que ese día lo íbamos a desconocer.

Comenzamos a tejer una estrategia, a nivel interno y a nivel internacional. En octubre de 2018 empezamos a generar esa estrategia, en función de la ilegitimidad de Maduro como presidente de Venezuela. Nos dijimos ‘hay una oportunidad política y tenemos que aprovecharla’. Decidimos que nuestra posición sería desconocer a Maduro como presidente electo y ahí nos acompañó la comunidad internacional y organismos multilaterales.

Hay que decir que hay otro día clave: el 4 de enero con la resolución del Grupo de Lima de desconocer esa reelección y transferir las competencias a la Asamblea Nacional. Después de todo lo que ha pasado reconocemos que fue un gran acierto por preservar la Asamblea Nacional como institución legítima, cuando algunos apostaban a su implosión.

-¿Y entonces cómo ocurrió la movilización?

– Lo hicimos en tres niveles: la presión en las calles de Venezuela, con la figura del Cabildo Abierto, a la que la gente respondió muy bien. En segundo nivel, la presión de instituciones como el Parlamento, dentro de todo el marco constitucional, y en tercer lugar, la presión internacional. La respuesta dentro y fuera de Venezuela a lo que estamos haciendo ha sido increíble. Esto es inédito.

-El marco constitucional pone a Guaidó en la presidencia.

-Claro. Porque ante la situación que teníamos la pregunta era muy obvia: ¿qué pasa cuando no hay presidente electo? Entonces la respuesta fue el artículo 233 de la Constitución. Pero hay un usurpador y eso tenemos que solucionarlo.

– ¿Mientras tanto en Estados Unidos qué estaba pasando?

– El exilio nos sirvió para armar una estrategia contra la dictadura de Maduro. Esto es el esfuerzo de mucha gente y hay que entenderlo en esa amplitud. Pero te digo que cuando yo llegué aquí a Estados Unidos en 2014, yo decía que en Venezuela había una dictadura y nadie me hacía caso. Al principio no me atendían. Pero eso fue cambiando y ahora mira, republicanos y demócratas nos apoyan por igual.

-¿Por qué parece que fue más fácil que escucharan y apoyaran los republicanos que los demócratas?

-Costó, pero prefiero decir lo que tenemos ahora, a los dos partidos apoyándonos.

Vecchio con el secretario general de la OEA, Luis Almagro en una conferencia de prensa. 30 de enero de 2019. Foto: JIM WATSON/AFP/Getty Images

 

Republicanos, demócratas y ‘Doralzuela’

-¿Vivir en Doral (al sur de la Florida) y el trabajo que hizo en esa ciudad, cuna de los venezolanos en Miami y radio de acción de dirigentes cubanoamericanos como Marco Rubio, sirvió para sus logros políticos?

– Sí, vale. Yo nunca lo pensé, eso no estuvo calculado. Yo llegué a Doral desesperado, con mi mujer a punto de parir y decidimos quedarnos ahí y resulta que al final del camino ha sido una suerte estar ahí. Los dirigentes cubanoamericanos se solidarizaron más fácil con el exilio venezolano, puedo nombrar a Marco Rubio (senador por Florida), a Rick Scott (antes gobernador y desde noviembre de 2018 senador por Florida), republicanos, pero también a Bob Menéndez (senador reelecto de Nueva Jersey) y a Debbie Wasserman Schultz (congresista de Florida), que son demócratas.

-Esos congresistas fueron importantes para el acceso a la Casa Blanca, Lilian Tintori, esposa del líder opositor Leopoldo López, estuvo con Trump…

Sí, claro. Los presos políticos fueron clave, una puerta de entrada para que nos escucharan en Washington. No solo Lilian, también la esposa de Antonio Ledezma, la de Daniel Ceballos. Además, no hay que olvidar que los venezolanos de la diáspora han sido nuestros verdaderos embajadores, cada quien en su área ha llevado el mensaje de lo que está pasando en nuestro país.

¿Y el Plan B?

-En la Conferencia Mundial para la ayuda humanitaria a Venezuela anunciaron que han recogido 100 millones de dólares. ¿Hay una parte de esa ayuda en dinero? Si es así ¿cómo y quién lo administra?

-Todo llega en kits de alimentación, medicinas, insumos, todo está certificado y bajo controles. Los países se encargan de eso, nosotros no estamos administrando los recursos.

-¿Hay posibilidad de que esos alimentos estén envenenados como dijo la vicepresidenta de Maduro Delcy Rodríguez?

-Cuando los oyes decir esas barbaridades te das cuenta de que a ellos no les importa realmente la gente. Pueden decir cualquier barbaridad sin pruebas para evitar que llegue la ayuda a quienes más lo necesitan.

-Cómo va a ser ese ingreso de insumos el 23 de febrero por la frontera si Maduro y los militares lo impiden?

-Eso va a entrar, eso va a ser apoteósico, como de película, la gente va a hacer que eso pase, los militares no van a poder pararlo… eso va a entrar por los cielos, por los mares. Vas a ver que sí.

-Y si no, si hay un escenario de violencia, si no pueden pasar y se impone la fuerza y la represión como otras veces, ¿cuál es el Plan B?

No hay plan B, porque va a funcionar el Plan A.

La congelación de bienes

-Desde Estados Unidos se está adelantando buena parte de la estrategia de congelación de bienes para el régimen de Maduro. Lo más reciente es el nombramiento de la nueva directiva de Citgo (la filial de la estatal petrolera en EEUU), ¿qué buscan con eso? ¿Van a parar mientras puedan administrar ustedes el dinero?

-No, no. No se detiene nada, de hecho todos los gerentes siguen allí. Lo que buscamos es impedir que Maduro y su gente sigan poniéndole la mano a los recursos del Estado. Entre nuestras prioridades está proteger los activos de la república. Y con Citgo, que es una empresa pública, tuvimos que cumplir un requisito legal, para nombrar una nueva directiva que impida que se sigan endeudando.

El líder opositor se asoma al techo de su casa, donde cumple prisión, el 8 de julio 2017. Foto: FEDERICO PARRA/AFP/Getty Images

 

El papel de Leopoldo López en prisión

El líder opositor Leopoldo López, director del partido Voluntad Popular, del que Vecchio es coordinador nacional, está preso desde febrero de 2014 y desde julio de 2017 tiene un régimen de prisión dentro de casa, en Caracas. Ahí vive con su esposa Lilian y sus tres hijos, pero no puede asomarse a la puerta ni al techo, como lo hizo una sola vez. La policía política vigila su casa y movimientos las 24 horas del día, los 7 días de la semana.

Sin embargo, mucho se ha comentado de su participación en esta etapa política del país y su mano y cerebro hasta en el proyecto de Plan País que algunos llaman “la mañana siguiente”.

-¿Podemos hablar de Leopoldo López y nos puede confirmar su participación en todo esto?

– Claro, es así. Leopoldo es el gran articulador de todo esto. Tomamos severas medidas de seguridad y fue muy complicado, pero él ha estado en todo. Siempre decimos que lo más difícil para todos los que hemos trabajado aquí -que es mucha gente- ha sido ponernos de acuerdo en cosas tan complejas sin mirarnos a los ojos: uno preso, otro metido en una embajada (Freddy Guevara, también dirigente del partido está refugiado en una sede diplomática en Caracas), otros en España… y así.

La huida de Venezuela

A Carlos Vecchio lo acusaron de los mismos delitos que a Leopoldo López: instigación a la violencia, daños a la propiedad, incendio y asociación para delinquir. A ambos los persiguieron, allanaron tres veces la sede del partido en Caracas, en febrero de 2017, pero no lograron atraparlos. Sin embargo, días después tomaron una decisión: uno se entregaba y el otro se iba del país a trabajar desde el exilio. “Yo tuve que montar mi clandestinidad en caliente”, cuenta y todavía prefiere guardar el secreto de los sitios donde estuvo y cómo finalmente salió del país.

“Tres de los personajes de la justicia que nos juzgaron están ahora en el exilio, dos fiscales y la juez… perseguidos políticos ¿qué te parece?”. Uno de ellos, el fiscal Franklin Nieves, vino a Miami, contó a los medios de comunicación que todas las pruebas y el juicio fueron una farsa y pidió asilo político. Nunca se han encontrado cara a cara, pese a que viven en la misma ciudad. “Los he visto solo por televisión”, dice Vecchio.

De toda esa experiencia en el exilio escribió un libro, que acaba de salir. Se llama ‘Libres. El nacimiento de una nueva Venezuela’.

Se acabó el tiempo y un corresponsal extranjero está parado en la puerta de la oficina. Algunos compañeros del partido en los pasillos bromean: “Ese es el despacho del embajador”.

Él se acomoda para la nueva entrevista, pero parece que se le olvidó decir una última cosa: “Esto que estamos viviendo ahora es la lucha del mundo libre contra la dictadura, y quiero decir que me siento orgulloso como venezolano y como latinoamericano de que la lucha por la libertad se esté jugando en Venezuela”.

Nota de prensa

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