Los movimientos radicales de izquierda son un producto de la disolución oficial del estalinismo soviético después de la caída de la URSS, movimientos como sendero luminoso, el foro de san pablo y el castro-chavo-madurismo son algunas de sus manifestaciones. La única característica ideológica que les puede unir al marxismo originario es el creer que operan de acuerdo al conocimiento de la historia, supuesto saber que Marx se auto-atribuye, el haber descubierto las leyes de la historia. Es por ello que se empeñan en poseer el poder Ad æternum. De ahí su desprecio a la democracia y a los demócratas.
Pero Nicolás, está siendo derrotado por la democracia, es decir, por aquellos actores que agrupados en la Asamblea Nacional han logrado construir una estrategia de unidad política capaz de construir una vanguardia que una al país alrededor de una estrategia muy sencilla, fácil de entender por todo el mundo opositor y sus alrededores: cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres como vía para darle la baja histórica a la pandilla roja atrincherada en el poder. Esta estrategia se fortalece a partir del trabajo que realiza la Asamblea Nacional con la denuncia en la Comunidad Democrática Internacional de las flagrantes violaciones de DD.HH., civiles, económicos, políticos y electorales de todos los venezolanos. La ocurrencia de una tragedia económica en una economía petrolera de escala monumental que la convirtió en un proceso hiperinflacionario, cosa impensable en un momento en que Venezuela disfruto del ciclo alcista de precios del petróleo más prolongado en su historia. Lo que condujo a una hecatombe cultural con niveles de hambre y enfermedades por las que era impensable que pasara una sociedad moderna sin que ocurriera una situación bélica.
La forma inhumana con que hoy Nicolás conduce políticamente al país negando la ayuda humanitaria hace más que cualquiera en producir el repudio mundial a una dictadura repugnante que ha alcanzado unos niveles nunca visto de rechazo e indignación nacional e internacional. Los eventos del sábado donde el régimen negó la entrada de la ayuda humanitaria, con un saldo escandaloso de muertos y heridos en la frontera con Colombia y Brasil, no hace más que ratificar la urgencia en salir de una de las tiranías más vergonzosas de América Latina y el mundo. Negar asistencia a quien padece de hambre y enfermedades para las que el gobierno no tiene como darle una solución viable, estable y de largo plazo convierte esta kakistocracia en una de las más miserables de las que ha visto la historia de la humanidad.
La acción dirigida por el Presidente Interino, Juan Guaidó en la frontera el fin de semana, es uno de los actos más claros de responsabilidad política, en obediencia de los fines para los que fue investido por la AN como Presidente y de cara a aliviar a la población necesitada de la ayuda que el mundo a dispuesto para dar asistencia a las urgencias de la población venezolana más necesitada. Esta era una acción humanitaria y pacifica que las bandas armadas del régimen convirtieron en un festival de represión sangrienta y malvada contra una población y grupos de voluntarios desarmados que se agrupo para ayudar a trasladar la ayuda humanitaria.
Son estas acciones las que más hunden al régimen y más precipitan su salida, las imágenes mundiales de estos hechos no hacen más que ratificar que es urgente la salida del poder de Nicolás. La Asamblea Nacional ha terminado por convertirse en la némesis del castro-chavo-madurismo y en el Poder legítimo que conduzca al país de nuevo por el camino de la República Democrática y el progreso económico.
Pedro Vicente Castro Guillen
@pedrovcastrog