Desde hace dos semanas, la ciudad fronteriza de Cúcuta es el gran almacén de las donaciones que Estados Unidos y otros países enviaron con la intención de que llegaran a Venezuela.
Por: Boris Miranda | BBC Mundo
Esa misma urbe colombiana recibió el viernes pasado a unos 30 artistas que, junto al millonario británico Richard Branson, protagonizaron un mediático y multitudinario concierto por la entrega de la llamada ayuda humanitaria.
Ese mismo día aterrizaron en Cúcuta los mandatarios de Chile, Sebastián Piñera, y de Paraguay, Mario Abdo, y apareció por sorpresa el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela (Congreso) y reconocido por medio centenar de países como mandatario de su país, Juan Guaidó.
Y el fin de semana fue el campo de batalla en el que miles de manifestantes venezolanos junto a los camiones cargados con las donaciones intentaron sin éxito romper el cerco militar y policial instruido por Nicolás Maduro.
Por si fuera poco, este lunes Bogotá fue la sede de una nueva cumbre del Grupo de Lima, una coalición de países que no reconocen al gobierno venezolano, con dos inéditos invitados estelares: el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, y Juan Guaidó.
El encuentro concluyó con un nuevo llamado a la comunidad internacional a unir fuerzas para doblegar al gobierno venezolano y el pedido a la Corte Penal Internacional para que “considere la grave situación humanitaria” de Venezuela.
A todo esto se suma la ruptura de relaciones con Colombia por parte de Venezuela, que pone a ambos países en una situación de tensión que no se veía desde 2008, cuando Hugo Chávez y Álvaro Uribe protagonizaron una crisis diplomática que demandó la mediación de los países de la región.
BBC Mundo conversó con expertos en relaciones exteriores que señalan que Colombia se convirtió en el “centro de operaciones” de la cruzada internacional contra Nicolás Maduro y las consecuencias que eso puede tener.
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