Lo que aparentemente parecía ser un suicidio, finalmente se determinó que se trató de un cruento asesinato, luego de las averiguaciones ejecutadas por funcionarios del Eje de Homicidios Aragua, Base Mariño, quienes tras las denuncias de familiares de la víctima, se acercaron al sitio para corroborar las hipótesis y fijar las evidencias que permitieron concluir que fue un homicidio, publica El Aragüeño.
Por: Ernesto Angulo | El Aragüeño
Trascendió que la mañana del martes, vecinos de la urbanización Villa Esperanza de Santa Inés se asombraron al ver colgado en la entrada del conjunto residencial, a un hombre, quien quedó identificado como Edwin De Jesús Castro Meléndez (31), un caletero del Mercado de Mayoristas, quien aparentemente se había quitado la vida, según las informaciones preliminares.
Historia de un crimen
Tras las averiguaciones, se precisó que el hombre horas antes fue vilmente golpeado, arrastrado desde la vivienda signada con el número 1, ubicada en la calle C de esta comunidad y posteriormente estrangulado, para luego ser colgado en la entrada al urbanismo. Al parecer, tres hampones llegaron al domicilio y cometieron el crimen.
Johana Arrieta, prima de la víctima fatal, acotó a la prensa que Edwin De Jesús no residía en aquella vivienda, por lo que presumen que fue a visitar a los dos hijos que tenía con Mónica Osorio. “Según nos indicaron, esa mujer estaba tomando en su casa y en medio de ello, ésta sostuvo una discusión con Edwin -por lo que comentan los vecinos-, después de los gritos no se escuchó más nada”, acotó.
Distintas versiones
En la mañana los cuerpos policiales recibieron una llamada de la mujer, “indicando que mi primo se había suicidado, cuando no fue así”. Destacó que Mónica Osorio luego de dar diferentes versiones a las autoridades se dio a la fuga y dejó a los niños solos en la casa. Se pudo conocer que el infortunado residía en El Mácaro y era padre de cinco hijos.
“Ella lo entregó a los malandros”
Sus parientes afirman que Edwin no era una persona agresiva y que posiblemente “fue la mujer quien se lo entregó a los malandros para que lo agredieran y estrangularan”. En su cuerpo había signos de tortura y violencia. Hace 15 días, Edwin De Jesús había recibido a Jesucristo en su corazón, pues era fiel devoto de la Iglesia Cristiana.